La noticia llega después de que Pekín bloqueara la misión internacional de la OMS para investigar el origen de la pandemia
Cuando se cumple un año de las primeras informaciones sobre la aparición de una neumonía muy peligrosa en China, que acabó siendo el coronavirus y daba origen a una pandemia mundial, el gigante asiático vuelve a confinar una ciudad de 11 millones de habitantes. Se trata de SHIJIAZHUANG, capital de la provincia de Hebei, que rodea Pekín.
El nuevo brote, el mayor de China de los últimos meses, se conoce justo cuando Pekín acaba de bloquear la misión internacional de la OMS para investigar el origen de la COVID 19. Las autoridades de Hebei, al norte de China, han anunciado un record de 117 positivos este jueves, entre confirmados y asintomáticos. Cifra que alcanza los 250 infectados desde que confirmaran los primeros casos el pasado sábado.
Una vez más, el régimen ha adoptado medidas contundentes, como el cierre de colegios, la prohibición del tráfico y de personas de abandonar la ciudad y el distrito de Gaocheng, con mayor número de contagios, ha sido confinado. Pero al parecer, la información vuelve a tener lagunas. Según informa The Global Times, los primeros casos se remontan varias semanas atrás, hacia el 20 de diciembre, y siguen sin identificar al paciente cero, por lo que crecen las críticas por la divulgación tardía de la infección, y los temores a que se pueda atajar el brote de manera adecuada.
Nueva polémica que se suma al bloqueo de Pekín a la misión internacional de la Organización Mundial de la Salud al país, para investigar el origen de la COVID 19. El pasado mes de mayo, y después de un año de negativas a una posible investigación internacional, el régimen autorizaba la expedición que ahora torpedea, mientras comienza a defender una nueva teoría por la que afirma que el virus llegó de fuera a China.
El director general de la Organización, Tedros Adhanom Ghebreyesus, se ha mostrado disgustado con China, con tono de reprimenda, por lo vital que resulta la investigación y por no haber tenido listos los permisos para el viaje, dado que dos científicos del equipo ya habían abandonado sus países de origen, rumbo a Wuhan.
La OMS investigará, más allá de los historiales médicos y otros aspectos, el mercado de animales vivos en el que se sitúa el origen de la pandemia. Habría sido allí en diciembre de 2019 cuando el virus habría saltado de una especie huésped no identificada a humanos.
En medio de la polémica, la portavoz de exteriores china, HUA CHUNYING, resta importancia al asunto al apuntar que ha debido haber algún malentendido, y apunta que continúan en conversaciones sobre las fechas y los arreglos del viaje.
Pendientes del calendario, algunos observadores apuntan a que los científicos podrían recibir luz verde para visitar Wuhan el próximo 20 de enero, día en el que Donald Trump, que ha sido muy crítico con la gestión de China y le responsabiliza de la pandemia, abandonará la Casa Blanca.