MADRID, 3 (EUROPA PRESS)
Los presidentes de CEOE y Cepyme, Antonio Garamendi y Gerardo Cuerva, respectivamente, han advertido este martes de las consecuencias negativas que tendría para la economía española una nueva subida del salario mínimo interprofesional (SMI) como la que pedirán los secretarios generales de CCOO y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, al próximo Gobierno.
Los cuatro han intervenido en Madrid en una conferencia sobre el diálogo social y los retos del mercado laboral organizada por el Colegio de Economistas de Madrid.
Sordo y Álvarez, que han señalado a los medios la necesidad de que haya un nuevo Ejecutivo cuanto antes, han indicado que en su plataforma reivindicativa para el próximo curso se incluyen las 35 horas semanales, un nueva regulación del tiempo parcial y también una mejora del SMI, de forma que se fije por ley que su cuantía debe ser en cada momento al menos el 60% del salario medio.
En relación con este tema, Garamendi ha afirmado que este asunto debería abordarse en el diálogo social “de abajo a arriba” y ha avisado de que subirlo de nuevo “sería un problema para la economía”.
“Rompería absolutamente prácticamente todos los convenios colectivos que tenemos porque influiría en todas las bandas (salariales). Es nuestra opinión”, ha dicho el líder de la CEOE.
Sobre si se sentaría a negociar esta subida, Garamendi ha afirmado en su intervención que entrarán a hablar de ello cuando se plantee esta medida. “Desde luego lo que sí consideramos que sería bueno que lo pudiéramos trabajar desde abajo”, ha defendido.
Por su parte, el presidente de Cepyme, Gerardo Cuerva, ha asegurado que “los salarios no debieran corresponder a criterios electoralistas o simplemente de políticas sociales”.
En su opinión, la forma de ayudar a mejorar los salarios de las personas que no llegan a fin de mes “no es subir el salario por Real Decreto”, sino mejorar la actividad económica y las empresas, lo que permitirá pagar mejores sueldos.
“El camino es mucho más largo, pero ese es el camino real, no nos engañemos (…) El otro es el camino sencillo, pero que no lleva a ningún sitio. ¿Por qué no potenciamos los sistemas económicos? ¿Por qué no potenciamos las empresas y tendremos unos mejores salarios? Y, mientras tanto, por supuesto que tienen que aparecer las políticas sociales. Por supuesto que tenemos que ayudar a aquel que lo necesita, por supuesto que sí, pero no convirtamos la ayuda en una situación crónica estructural”, ha defendido Cuerva.
En su opinión, “ojalá” en España pudiera irse a un sistema de ayudas puntuales “para quienes, desgraciadamente, no pueden vivir dignamente con sus pírricos sueldos” y que las ayudas no tuvieran que ser estructurales.
Cuerva ha defendido el diálogo social bipartito y ha advertido contra la instrumentalización del mismo. “Eso sería la muerte del diálogo social, ese diálogo social sincero entre empresario y sindicato. En el momento en que algún gobierno, sea del color que fuera, tuviera la tentación de instrumentalizar el diálogo, daría al traste con él”, ha apuntado.
El dirigente empresarial ha afirmado que la experiencia en España ha sido, en general, la de dejar trabajar empresarios y sindicatos sin imposiciones, pero ha criticado que “alguna experiencia reciente” no haya ido en esa línea.
“Aparecen normas que influyen en el mercado laboral, que influyen en las relaciones laborales entre empresarios y trabajadores y, sin embargo, no transitan por la mesa del diálogo social. Ese no es el camino para esa potenciación y buen resultado que tiene el propio diálogo social”, ha subrayado.