Hemos analizado las palabras de Lagarde con Francisco Quintana, Director de Estrategia de Inversión de ING España.
[playonvideo vid=”3374502″]
Cambio histórico en la política monetaria del BCE. El organismo presidido por Christine Lagarde ha elevado su objetivo de inflación del 2% y tolerará que esta cifra se sitúe incluso por encima de ese nivel si es necesario con el fin de compensar periodos en los que el nivel de precios sea demasiado bajo.
Con esta estrategia, se abre una nueva etapa en la historia de la política monetaria europea. El objetivo de inflación que había manejado hasta ahora el BCE se fijó en los estatutos del año 2003.
18 años después, el Consejo de Gobierno ha decidido sustituir ese objetivo de inflación que tan bien conocíamos “por debajo, pero cercano al 2%”. La primera reunión periódica de política monetaria del Consejo de Gobierno en la que se aplicará la nueva estrategia se celebrará el 22 de julio de 2021.
El Consejo de Gobierno tiene previsto evaluar periódicamente la idoneidad de su estrategia de política monetaria y prevé realizar la siguiente evaluación en 2025.
El Banco Central Europeo (BCE) tiene previsto revisar periodicamente su estrategia y volverá a evaluarla en 2025, después de culminar este jueves la primera revisión de la misma desde 2003 con la decisión de situar el objetivo de inflación de la entidad en el 2% a medio plazo, además de introducir la flexibilidad de una simetría que permitirá desviaciones tanto al alza como a la baja.
“El Consejo de Gobierno se propone evaluar periodicamente la idoneidad de su estrategia de política monetaria, con la proxima evaluación prevista para 2025”, recoge el BCE en el documento donde se señalan las conclusiones de esta revisión, que la institución ha llevado a cabo durante los últimos 18 meses.
En su comparecencia ante los medios de comunicación, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha subrayado que la decisión de modificar la definición del objetivo de estabilidad de precios ha sido adoptada por unanimidad por el Consejo de Gobierno, subrayando que al eliminar la expresión “por debajo, pero cerca” del 2% se mejora la claridad del mensaje.
Se trata de la primera revisión de la estrategia que el BCE acomete desde 2003. El objetivo de inflación ha sido definido como simétrico, por lo que las desviaciones tanto al alza como a la baja “son indeseables”.
Sin embargo, el instituto emisor ha explicado que cuando la economía está operando cerca del límite inferior de los tipos de interés nominales se necesitan medidas de política monetaria “contundentes o persistentes” para evitar desviaciones negativas. Esta situación podría implicar un “periodo transitorio” en el que la inflación se sitúe “ligeramente” por encima del objetivo.
El Consejo de Gobierno del BCE ha mantenido los tipos de interés como su principal instrumento de política monetaria. El resto de instrumentos (orientaciones a futuro, compras de activos y operaciones de financiación a más largo plazo) seguirán formando parte de la ‘caja de herramientas’ y se emplearán “según sea necesario”.
“La nueva estrategia es un pilar sólido que nos guiará en la ejecución de la política monetaria en los próximos años”, ha subrayado la presidenta de la autoridad monetaria, Christine Lagarde.
La monitorización de inflación se seguirá haciendo mediante el índice armonizado de precios al consumo (IACP). No obstante, el BCE considera que la inclusión de costes relacionados con la vivienda en propiedad representaría mejor la inflación. Dado que el proyecto de inclusión llevará varios años, el BCE tendrá en cuenta mediciones de inflación que incorporen estimaciones iniciales del coste de vivienda en propiedad.
CAMBIO CLIMÁTICO
La tercera pata de la revisión estratégica, tras la medición de inflación y el objetivo, es la inclusión de consideraciones de cambio climático. El BCE ha decidido incluir este tipo de valoraciones en su estrategia debido a sus implicaciones macroeconómicas.
“Atajar el cambio climático es un desafío global y una prioridad política para la Unión Europea”, ha explicado el BCE. Aunque ha reconocido que la responsabilidad “primaria” es de gobiernos y parlamentos, ha explicado que lo incorporará en su estrategia “dentro de su mandato”.
En concreto, el BCE acelerará su desarrollo de nuevos modelos y realizará análisis teóricos y empíricos para vigilar las implicaciones del cambio climático en la economía, el sistema financiero y la transmisión de política monetaria a través de los mercados financieros y el sistema bancario.
El instituto emisor también desarrollará indicadores experimentales para instrumentos financieros ‘verdes’ y para registrar la huella de carbono de las instituciones financieras, así como su exposición a riesgos físicos derivados del cambio climático.
Por otro lado, el BCE obligará a bancos y entidades financieras a que cumplan “requisitos de desglose” en los activos par que sean elegibles como colateral (garantía) o para ser incluidos en las compras de activos.