Derivado de la gradual normalización de la política monetaria del BCE
La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, estima que el impacto que tendrá la subida del Euríbor en las hipotecas de los ciudadanos españoles será “relativamente limitado”.
La vicepresidenta ha explicado que se debe tener en cuenta que el Euríbor se sitúa actualmente en niveles “históricamente bajos”, a lo que hay que añadir que la estructura hipotecaria ha adquirido un peso creciente del tipo fijo y que los indicadores de esfuerzo hipotecario están en niveles también “históricamente bajos”.
Calviño ha respondido en el Congreso a la interpelación del diputado de EH Bildu, Oskar Matute, relativa al impacto que tendrá en las hipotecas la subida del euríbor, en un contexto de crisis e inflación.
Según la vicepresidenta, la fuerza de la recuperación económica, los cuellos de botella, el alza de las materias primas y la energía están derivando en un aumento de los precios. “Es un problema global”, ha recalcado. Ante esta situación, el Banco Central Europeo (BCE) ha decidido ir hacia una progresiva normalización de la política monetaria, lo que conllevará una gradual subida de tipos de interés en la segunda parte del año.
“Es previsible que si se produce un aumento de los tipos de interés de referencia del Banco Central Europeo aumente el Euríbor”, ha anticipado la vicepresidenta primera.
El Euríbor es un indicador del coste de financiación de las entidades bancarias y determina cuáles van a ser los precios de los préstamos, especialmente de los hipotecarios a tipo variable. Desde que entró en vigor, el 1 de enero de 1999, el indicador alcanzó su máximo en octubre de 2008, cuando se situó en el 5,5%.
A partir de 2016, según Calviño, se ha vivido en una situación “inusual” con tipos en negativo. “Esta tendencia ha empezado a modificarse hace dos meses después de años anunciando la normalización de la política monetaria y ya está en terreno positivo y se sitúa actualmente en 0,49%”, ha explicado.
Así, la vicepresidenta ha señalado que el indicador está significativamente por debajo de su media histórica, que se sitúa en el 1,8%, y los analistas prevén que siga estando por debajo de la misma , sobre el 1%, a finales de 2023.
En cuanto a la población vulnerable, la ministra ha explicado que es el grupo menos afectado por el incremento del coste de las hipotecas, dada la escasa prevalencia de las mismas. Solo un 14% de las personas con niveles de rentas más bajos tienen una hipoteca.
Durante su intervención, la vicepresidenta ha defendido que el Gobierno ha extendido los códigos de buenas prácticas y planes de vivienda social que aportan las entidades financieras. Este código de buenas prácticas se ha ido revisando, aunque ha asegurado que está “abierta” a que se siga mejorando.