BRUSELAS, 18 (EUROPA PRESS)
La Comisión Europea ha propuesto este martes un mecanismo de corrección que permita establecer con carácter “excepcional y temporal” un límite flexible al precio de las compras de gas, como parte de las medidas urgentes que los Veintisiete negocian para ayudar a rebajar la costosa factura energética de hogares y empresas este invierno en la Unión Europea.
Este nuevo “mecanismo de límite flexible” está llamado a cubrir el vacío inmediato mientras la UE trabaja en un nuevo índice de referencia para el gas natural licuado (GNL) que refleje mejor la “realidad del mercado” que el actual TTF holandés, que permite precios “excesivos”, según ha dicho en una rueda de prensa en Estrasburgo (Francia) la jefa del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen.
Esta solución urgente, en línea con lo que ya pidieron una quincena de países, entre ellos España, pero rechazan otros como Alemania y Países Bajos, deberá ser “lo suficientemente flexible para garantizar la seguridad del suministro, lo suficientemente alto como para que el mercado funcione y fluya el gas y lo suficientemente amplio como para cubrir otros índices de referencia”.
La política alemana ha explicado tras la reunión del Colegio de Comisarios que por el momento presentará a los líderes de la UE en su cumbre del jueves y viernes los principios de este enfoque en dos pasos y que los detalles técnicos se perfilarán en una propuesta legislativa posterior que espera que los 27 adopten con celeridad.
Al Consejo europeo de esta semana le seguirá un consejo de ministros de Energía de la UE el martes en Luxemburgo, aunque se da por hecho que no será la reunión definitiva y el acuerdo necesitará una segunda convocatoria de ministros a principios de noviembre.
Von der Leyen ha concedido que esta medida levantó mucho “escepticismo” cuando fue planteada por primera vez el pasado mes de marzo, pero ha defendido que las discusiones a Veintisiete durante los últimos meses han permitido llegar a un “entendimiento” y cuenta con más apoyos.
Otra de las claves que llevará la presidenta de la Comisión a la mesa de los jefes de Estado y de Gobierno europeos tiene que ver con las compras centralizadas de gas y la idea de obligar a los Estados miembro a adquirir mediante la plataforma de compra conjunta el 15% del volumen necesario para llenar sus depósitos nacionales.
Bruselas se aferra al ejemplo de experiencias anteriores como la compra de equipos médicos o vacunas durante la pandemia para hacer valer el peso negociador de la UE como bloque para obtener precios más competitivos, pero también defiende la actuación conjunta como un modo de evitar que la rivalidad entre Estados miembro contribuya a disparar los precios.
Por otro lado, la Comisión insiste en la importancia de los acuerdos solidarios entre socios para evitar que ningún país de la UE sufra un corte total de suministro energético y lamenta que apenas se hayan cerrado seis contratos bilaterales cuando el potencial es mucho mayor, de hasta 40.
“No son suficientes frente al alcance de esta crisis”, ha lamentado Von der Leyen, quien ha abogado por fijar reglas de emergencia que permitan asegurar el suministro en caso de necesidad a un Estado miembro que no cuente con un acuerdo bilateral con ninguno de sus socios o vecinos.