MADRID, 9 (EUROPA PRESS)
Las autoridades de competencia de la Unión Europea ordenarán al laboratorio biotecnológico Ilumina vender la ‘startup’ de tratamientos oncológicos Grail que la primera compró pese al veto emitido por Bruselas.
Según han afirmado fuentes cercanas al asunto recogidas por ‘Financial Times’, el paso tomado por Europa pretende profundizar en el castigo impuesto a la compañía después de la multa de 432 millones de euros impuesta en julio a cuenta de la fusión no autorizada.
La Comisión Europea decidió entonces multar a Illumina y Grail por seguir adelante con la adquisición a pesar de que los servicios comunitarios prohibieron tal operación tras concluir que se pondría en riesgo la innovación y la competencia en el mercado emergente de pruebas de detección temprana de cáncer.
Tras algo más de un año de investigación, en septiembre de 2022, el Ejecutivo comunitario avisó a las dos compañías de que fusionarse sin esperar su dictamen contravenía las normas de la Unión Europea, pero Illumina y Grail siguieron adelante con su proyecto y los servicios comunitarios optaron en diciembre por acusar formalmente a las firmas de violar la legislación común y exigió la disolución de la transacción.
Bruselas consideró que, fruto de esta alianza, Illumina ha podido ejercer una “influencia decisiva” sobre Grail y, “de hecho, la ejerció”, razón por la que impuso la multa de 432 millones de euros al laboratorio y otra de 1.000 euros a la ‘startup’ absorbida.
Las reglas comunitarias establecen que las compañías que proyecten una fusión no pueden concluir esa unión hasta que cuenten con el visto bueno de la Comisión Europea porque esta base es clave en el sistema europeo de control de la competencia y permite a Bruselas actuar “antes de que cambios estructurales modifiquen el espacio competitivo” en la UE.
En este caso, se determinó que la actuación de Illumina fue una “infracción muy grave” y, por ello, se le aplicó la sanción máxima permitida por las normas comunitarias, esto es un 10% del volumen de negocio global de la compañía infractora.
En el caso de Grail, Bruselas consideró que tuvo un “papel activo” al permitir la fusión a sabiendas de que Illumina no tenía ‘luz verde’ para ello, pero optó por imponerle una multa “simbólica”, al ser la primera vez que se actuaba contra la empresa objeto de la compra.