La Comisión Europea mantiene cuatro interconexiones eléctricas de España con Francia y Portugal en la nueva actualización lista de proyectos energéticos prioritarios, que son aquellas infraestructuras consideradas esenciales para el bloque y que pueden recibir fondos comunitarios.
Así, la quinta lista de Proyectos de Interés Común (PCI, por sus siglas en inglés) sigue incluyendo la interconexión eléctrica entre España y Francia por el Golfo de Vizcaya, dos interconexiones más con Francia desde Navarra y Aragón a través de los Pirineos y la conexión eléctrica entre Galicia y el norte de Portugal.
Además, la nueva lista de proyectos energéticos prioritarios incluye dos estaciones de almacenamiento de electricidad con hidrobombeo, una en Navaleo (León), que ya estaba en versiones anteriores del documento, y una nueva en Velilla del Río Carrión (Palencia).
Se caen de la lista, en cambio, dos estaciones de almacenamiento que sí estaban incluidas en la cuarta versión de la misma: las de Mont-Negre y la de Gironés-Raïmats, en Zaragoza y Tarragona, respectivamente.
Además, como ya ocurriera en la cuarta actualización, no aparecen ninguna de las interconexiones gasísticas que sí estaban recogidas en las tres listas anteriores, es decir, el gaseoducto Midcat, que uniría España y Francia a través de Cataluña y la tercera interconexión entre España y Portugal.
Bruselas publica cada dos años desde 2013 una nueva lista de proyectos prioritarios y la quinta actualización incluye un total de 98 infraestructuras, de las cuales 67 son proyectos de transmisión o almacenamiento de electricidad, 20 de gas, cinco redes eléctricas inteligentes y seis redes transfronterizas de dióxido de carbono.
La lista europea de PCI sigue los criterios establecidos en el reglamento RTE-E, vigente desde 2013 y que la Comisión Europea ha propuesto enmendar para retirar, una vez aprobada, la ayudas a infraestructuras de petróleo y gas, así como obligar a que todos los proyectos cumplan una serie de criterios de sostenibilidad.
Los Estados miembros y el Parlamento Europeo disponen ahora de un plazo de dos meses para aceptar o rechazar la quinta lista de proyectos energéticos prioritarios del Ejecutivo comunitario en su conjunto, pero no tienen la capacidad para incluir o retirar infraestructuras individuales.