Francia pide dilatar este y otros pactos comerciales mientras España alerta del daño a la credibilidad de la UE
BRUSELAS, 11 (EUROPA PRESS)
El vicepresidente de la Comisión Europea responsable de Comercio, Valdis Dombrovskis, ha confirmado este jueves que el acuerdo entre la UE y Chile para actualizar sus relaciones comerciales está listo a nivel técnico pero depende para su conclusión de “discusiones políticas” que espera lleguen “pronto” a buen puerto.
“A nivel técnico se puede decir que ya estamos ahí, las discusiones han concluido y así lo hemos indicado la Comisión y el Servicio Europeo de Acción Exterior (a los Estados miembro). Pero hay discusiones políticas sobre el siguiente paso”, ha zanjado Dombrovskis en una rueda de prensa al término de una reunión de ministros de la UE sobre Comercio en Bruselas.
El político letón ha evitado así responder directamente a si prevé retrasar la conclusión formal del pacto con Chile hasta que se hayan celebrado el próximo abril las elecciones presidenciales en Francia, país que tradicionalmente se ha resistido a los acuerdos de libre comercio con países latinoamericanos por temor al impacto en su sector agrícola.
La Comisión Europea es la responsable de conducir las negociaciones comerciales en nombre de los Veintisiete, por lo que le corresponde a Bruselas decidir cuándo someter a rúbrica el acuerdo de Chile pese a las dudas de alguna capital.
Dombrovskis ha asegurado que no elude las competencias del Ejecutivo comunitario al no querer fijar aún un calendario claro para concluir el pacto con Chile y otros en fase final de negociación, como el de Mercosur o el de Nueva Zelanda, pero que es “importante” también atender a las “consultas” con los Estados miembro.
En todo caso, el vicepresidente comunitario, que ha precisado que en el caso de Nueva Zelanda aún hay asuntos sensibles que resolver en la negociación, ha confiado en que las discusiones “políticas” que retrasan la conclusión del acuerdo con Chile “tengan resultado muy pronto”.
Los ministros europeos han abordado el estado de las negociaciones de distintos acuerdos comerciales internacionales durante el almuerzo en su reunión en Bruselas en el que Francia ha apelado a la cautela y ha pedido a sus socios ser “particularmente exigentes”.
En declaraciones a la prensa a su llegada a la reunión ministerial, el responsable de Comercio en el Gobierno de Emmanuel Macron, Franck Riester, ha defendido que la Unión Europea debe “centrarse en la sustancia (de los acuerdos) y no en los plazos” y ha pedido tiempo para asegurarse de que la firma de nuevos convenios no dañan sectores “sensibles” como el agrícola en Francia.
También ha pedido que se vigile que los nuevos pactos de libre comercio sirven para impulsar el desarrollo sostenible y reforzar la ambición climática de los socios internacionales y haya garantías de que, por el contrario, no lastran estos objetivos.
Francia es uno de los países más reticentes a finalizar el acuerdo comercial con Mercosur, por ejemplo, cuyo acuerdo se anunció hace años pero no se cristaliza porque piden mayores salvaguardas medioambientales para asegurar que Brasil actúa contra la deforestación y asume compromisos elevados en recorte de emisiones.
Del otro lado, países como España defienden que los pactos negociados con Chile o Mercosur cuentan ya con salvaguardas importantes e incluyen cláusulas innovadoras en materia de género o medioambiental que los convierten en “ejemplo” de futuras negociaciones.
La secretaria de Estado de Comercio, Xiana Méndez, ha defendido la importancia de concluir y sellar acuerdos como el de Chile o Mercosur con celeridad porque España considera que son “positivos” y porque le preocupa que su parálisis dañe la imagen de la Unión Europea como socio comercial.
“Nos preocupa que las negociaciones comerciales que han concluido con mucho éxito después de años de trabajo se queden en situación de ‘impasse'”, ha señalado Méndez en declaraciones a la prensa.
La secretaria de Estado ha apuntado que en opinión de España la UE “pierde credibilidad” cuando después de comprometerse con socios comerciales “tan importantes” como Chile, México, Nueva Zelanda o Mercosur la tramitación de los pactos queda paralizada.