BRUSELAS, 12 (EUROPA PRESS)
La Comisión Europea calcula una reducción de hasta 2,4 billones de euros en el Producto Interior Bruto (PIB) de la Unión Europea entre 2031 y 2050 si el calentamiento global supera de forma más permanente el umbral de 1,5 grados del Acuerdo de París.
“Según una estimación conservadora, el empeoramiento de las repercusiones climáticas podría reducir el PIB de la UE en torno a un 7% a finales de siglo”, señala la comunicación del Ejecutivo comunitario sobre gestión de riesgos climáticos publicada este martes y presentada por el vicepresidente para el Pacto Verde Europeo, Maros Sefcovic, y el comisario europeo de Acción Climática, Wopke Hoekstra.
Asimismo, se estima que los daños anuales en Europa por inundaciones costeras podrían superar los 1,6 billones de euros en 2100, con 3,9 millones de personas expuestas a inundaciones costeras cada año.
Este documento se ha publicado en respuesta a la primera Evaluación Europea de Riesgos Climáticos (EUCRA), un informe científico de la Agencia Europea de Medio Ambiente, que advierte Europa es el continente que “más rápido se calienta del mundo” y de que muchos de los riesgos climáticos que afronta ya han alcanzado niveles “críticos” y podrían llegar a ser “catastróficos si no se toman medidas urgentes y decisivas”.
“Esta evaluación da otra señal de alarma, si es que hacía falta una más”, ha reconocido Sefcovic, que ha agregado que “la advertencia sirve de poco si no va acompañada de una respuesta”.
En este sentido, la comunicación de la Comisión hace un llamamiento a la acción a todos los niveles en cuatro ámbitos de actuación principales, al tiempo que invita a los Estados miembro a aplicar las políticas existentes y a actualizar los planes nacionales de energía y clima previstos para junio.
El objetivo de Bruselas es mostrar que la UE puede anticiparse eficazmente a los riesgos y aumentar su resistencia al cambio climático, para lo que propone estrechar la cooperación institucional en materia climática; promover una mejor comprensión de las interrelaciones entre riesgos climáticos, inversión y estrategias de financiación a largo plazo; aprovechar las políticas estructurales y garantizar las condiciones adecuadas para financiar la resiliencia climática.
En relación a este último punto, la Comisión considera “crucial” movilizar financiación suficiente para la resiliencia climática, tanto pública como privada, para lo que se ha mostrado dispuesta a ayudar a los Estados miembro a mejorar e integrar el riesgo climático en los procesos presupuestarios nacionales.
Para garantizar que el gasto de la UE sea resistente al cambio climático, Bruselas también se ha comprometido a integrar consideraciones de adaptación al clima en la ejecución de los programas y actividades de la UE.
Asimismo, convocará un grupo de reflexión temporal sobre la movilización de la financiación de la resistencia al cambio climático que reunirá a los principales agentes de la industria y a representantes de instituciones financieras públicas y privadas para reflexionar sobre cómo facilitar la inversión en resiliencia climática.