Cree que el FNSSE es contrario al proceso de transición energética, al confundir “erróneamente electrificación con descarbonización”
MADRID, 26 (EUROPA PRESS)
El presidente de Repsol, Antonio Brufau, ha acusado al actual texto de la Ley de Cambio Climático del Gobierno, que se encuentra en tramitación en el Congreso de los Diputados, de “priorizar, sin razón ambiental alguna, la electricidad sobre otras alternativas renovables”.
En su discurso en la junta general ordinaria de accionistas del grupo, Brufau lamentó el “grave sesgo” que representa el texto tal y como está planteado, ya que confundir descarbonización con electrificación “no es inocuo” y representa “un error, muchas veces interesado, que da las señales erróneas y nos puede condenar al fracaso”.
Así, consideró que imponer a los vehículos el principio de emisiones directas cero “es un grave error” y supone “un torpedo en la línea de flotación de la esencia misma de la economía circular y de la ambición de tener en Europa, mediante políticas de largo plazo, una industria del refino con estándares de mejores prácticas de sostenibilidad a nivel mundial”.
Por ello, pidió dejar a un lado “posiciones dogmáticas” y buscar un camino para conseguir el objetivo de un futuro neutro en carbono para los vehículos y los combustibles en España y Europa “sin deslocalizar tecnología e inversión”. “Repsol está dispuesta a hacer su parte en ese empeño, no les quepa duda”, dijo.
Brufau también cargó contra el Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico (FNSSE), propuesto por el Gobierno para repartir entre todos los vectores energéticos las cargas que actualmente soporta el recibo de la luz por el desarrollo en el pasado de las renovables, al considerarlo un “desarrollo normativo sesgado” que, además de perjudicar a los consumidores, “supone una importante y arbitraria barrera para la competitividad y el futuro de la industria”.
EL FNSSE “QUIEBRA EL PRINCIPIO DE EQUIDAD Y NEUTRALIDAD TECNOLÓGICA”
El presidente de Repsol consideró que este fondo “quiebra el principio de equidad y de neutralidad tecnológica pretendiendo alcanzar la neutralidad climática” y subrayó que es “contrario al proceso de transición energética, porque de nuevo confunde erróneamente electrificación con descarbonización”.
En este sentido, defendió que el sector de los combustibles sufre ya cargas fiscales como ningún otro, pagando 200 euros por cada tonelada emitida -lo que supone una contribución de unos 11.000 millones de euros a través del Impuesto de Hidrocarburos-, y se cuestionó que igual se debería reclamar al sector eléctrico que haga frente a sus responsabilidades por las centrales de carbón.
Así, aseguró que el fondo propuesto por el Gobierno representa “un grave perjuicio a los consumidores”, suponiendo “una importante y arbitraria barrera para la competitividad y el futuro de la industria”.
“No es casualidad que la mayoría de los sectores industriales hayamos alzado la voz contra él. Se ha llegado a decir que este fondo es un clavo en el ataúd de la industria. Es crítico que todos pensemos en la industria, que todos escuchemos a la industria”, añadió al respecto.
MÁS INDUSTRIA PARA SALIR DE LA CRISIS
Por otra parte, ante el desafío mundial del cambio climático y el Covid-19, Brufau abogó por combinar del mejor modo posible las políticas públicas y la iniciativa privada para recuperar cuanto antes la senda de la prosperidad, defendiendo así la industria y la apuesta por todas las tecnologías como palancas esenciales.
A este respecto, señaló que la sociedad está en “una encrucijada decisiva” cuya fórmula de recuperación para España y Europa “debe incluir apuestas en muchos ámbitos, incluyendo la calidad de la Administración, la política y los servicios públicos”.
RECETAS DE “BROCHA GORDA”
“Debemos hacer frente a las devastadoras consecuencias de la pandemia del Covid-19, con un especial impacto en el empleo. Lo peor que puede ocurrirnos es pensar que esta encrucijada puede abordarse con recetas de brocha gorda, que prescriban soluciones de pensamiento único a realidades poliédricas que requieren una multiplicidad de actores y soluciones”, dijo.
A este respecto, puso en valor que la industria genera empleo “estable y de calidad” con la característica adicional de que también crea riqueza en el territorio en el que se implanta. “Si España tuviera un mayor porcentaje de su PIB en actividades industriales, habríamos resistido mejor la crisis”, recalcó.
De esta manera, consideró que de esta crisis se debe salir “con más industria, y no con menos, con más empleo de calidad, y no con más precariedad, capturando todas las oportunidades de los Fondos Europeos Next Generation, que están basadas en proyectos viables y de ejecución asegurada”.