MADRID, 18 (EUROPA PRESS)
Bodegas Campillo y Bodegas Portia, que pertenecen a la Familia Martínez Zabala, han logrado el sello ‘Sustainable Wineries for Climate Protection’ (SWfCP), primera y única certificación específica para bodegas en materia de sostenibilidad medioambiental creada por la Federación Española del Vino (FEV).
En concreto, Campillo y Portia se suman así a Bodegas Faustino y Marqués de Vitoria, también pertenecientes a Familia Martínez Zabala, que consigue completar la certificación de todas sus bodegas en la DOCa Rioja y la DO Ribera del Duero, según informa el grupo bodeguero en un comunicado.
Este certificado de la FEV está avalado por el cumplimiento de cuatro criterios que son medioambiental (gestión del agua y de residuos, eficiencia energética, emisiones de GEI, suelo y biodiversidad); social (seguridad y salud de los consumidores, trabajadores y proveedores y territorio y cultura local); económico (eficiencia y resiliencia) y gobernanza (gestión de la sostenibilidad, comportamiento ético y relación con los grupos de interés).
SWfCP es la primera y única certificación específica para el sector del vino en materia de sostenibilidad medioambiental y está orientada a la mejora continua, clarificando los criterios que debería cumplir una bodega sostenible, mediante la demostración rigurosa y medible.
Bodegas Portia fue inaugurada en 2010 en Gumiel de Izán (Burgos), siendo la primera bodega construida por Foster + Partners, el estudio del reconocido arquitecto británico Norman Foster.
Mientras que Bodegas Campillo está situada en la localidad de Laguardia y fue inaugurada en 1990. Se trata de la primera bodega diseñada por un arquitecto como un proyecto que conjugó la belleza de sus formas con las mejores técnicas para la elaboración y crianza de vino. La bodega está construida a modo de château bordelés, en el centro de la finca y rodeada por 50 hectáreas de viñedos.
Con este sello, reconocido tanto a nivel nacional como internacional, la compañía vitivinícola encamina sus bodegas a una propuesta medioambiental y trabaja buscando la mejora continua, en la eficiencia de todos los procesos en el medio y largo plazo.
Respecto al cuidado del entorno y conservación de la biodiversidad, Familia Martínez Zabala apuesta por los fitosanitarios biológicos frente a los químicos para el tratamiento de las enfermedades de los viñedos, evitando la influencia negativa de los últimos en la vida humana, animal y vegetal.