MADRID, 16 (EUROPA PRESS)
BlackRock ha decidido salir del capital de Ferrovial tras desprenderse de su participación del 3,176% casi una semana después de que la compañía presidida por Rafael del Pino debutara en la Bolsa de Amsterdam.
En concreto, el gigante neoyorkino de inversión ostentaba hasta la actualidad una participación superior al 3%, equivalente a un paquete de unos 24 millones de títulos que, según el precio de cotización de Ferrovial de este miércoles, están valorados en más de 680 millones de euros.
BlacRock declaró, por primera vez, una participación superior al 3% en Ferrovial el 19 de julio de 2013, según consta en los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Este movimiento se produce pocos días después de que el fondo británico The Children’s Investment Fund (TCI) haya vuelto a aumentar su participación en la constructora, superando por primera vez el 9% del capital desde que irrumpió en su accionariado en mayo de 2019.
Según consta en el folleto de su admisión en la Bolsa de Ámsterdam, el fondo ha ido adquiriendo acciones de la empresa en los últimos meses, lo que le sitúa como el segundo mayor accionista de la compañía, solo por detrás de su presidente, Rafael del Pino, que posee el 20,4% del capital.
El fondo está gestionado por su fundador, Christopher Hohn, un británico multimillonario que aparece en el puesto 283 de la lista Forbes de las mayores fortunas del planeta, con un patrimonio neto cercano a los 7.000 millones de dólares (6.400 millones de euros).
De esta forma, Hohn ya ha adelantado a la hermana del presidente, María del Pino, cuya participación en el accionariado de Ferrovial se limita al 8,2%. El tercer mayor accionista es su otro hermano, Leopoldo del Pino, con un 4,1%, quien votó en contra del traslado de sede a Países Bajos en la última junta de accionistas.
La lista de accionistas significativos la cerraban BlackRock, ahora fuera del capital, y Lazard Asset Management, otro fondo estadounidense que tiene una participación del 3%.
Con el debut en la Bolsa de Ámsterdam, concluye un periodo turbulento de más de tres meses para la compañía desde que el pasado 28 de febrero anunciase su intención de mover su sede a Países Bajos, lo que generó una gran polémica a nivel político, al tratarse de una de las mayores empresas españolas y con gran proyección internacional.
De hecho, esto último es lo que le ha llevado a la empresa a llevar a cabo este movimiento, argumentando que el 82% de los ingresos lo genera fuera de España, que el 90% de su valor en Bolsa procede del extranjero y que el 93% de los inversores institucionales de la empresa son internacionales.
Su principal objetivo es cotizar en Estados Unidos, país que en 2022 concentró el 32,3% de los 7.551 millones que facturó en todo el mundo y en el que espera cotizar antes de que acabe el año. En ese país tiene unos 4.180 empleados, frente a los 5.413 de España.