MADRID, 24 (EUROPA PRESS)
El presidente de BBVA, Carlos Torres Vila, ha firmado, junto a más de 100 presidentes y consejeros delegados de grandes compañías globales, una declaración en la que piden a los líderes mundiales y participantes en la próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de Dubái (COP28) que apuesten por “políticas y actuaciones transformadoras”.
“Cada fracción de grado cuenta en la carrera hacia el objetivo de cero emisiones netas”, explica esta carta abierta de la Alianza de CEOs Líderes por el Clima promovida por el World Economic Forum (WEF).
Los presidentes o consejeros delegados firmantes de la carta advierten que la limitación del aumento medio de la temperatura mundial a 1,5ºC “corre el riesgo de quedar fuera de nuestro alcance”. “Para mantener vivo este objetivo debemos intensificar rápidamente la colaboración público-privada y la acción para acelerar la reducción de emisiones en todas las cadenas de valor mundiales”, destaca la carta.
Los socios de la alianza han fijado objetivos individuales de reducción de emisiones por un valor estimado total de 1,0 Gt (mil millones de toneladas) de CO2 equivalente (CO2e) para 2030. “La acción humana sostenida para eliminar las emisiones de gases de efecto invernadero tiene el potencial de alterar el curso de la sociedad en relación con el clima. Ahora bien, el éxito depende del apoyo de los gobiernos para hacer frente a una serie de retos”, recalca el texto.
La alianza apunta como retos a los procesos normativos y administrativos “lentos y complejos” que “ralentizan” el desarrollo de proyectos de energía renovable y “dificultan” la adopción de soluciones sostenibles; la ausencia de una infraestructura “adecuada”, ya que las redes eléctricas “no están preparadas” para integrar adecuadamente la creciente proporción de energías renovables; a las limitaciones tecnológicas que “retrasan” los esfuerzos para aumentar la capacidad de desarrollar soluciones de descarbonización en su fase inicial; o a la “escasa” armonización e interoperabilidad entre estándares de divulgación, que difieren entre sectores y jurisdicciones.
Para afrontar estos retos, los líderes firmantes de la carta piden a los responsables políticos y reguladores cuatro avances significativos.
En primer lugar, un impulso “rápido” de las energías renovables e inversión en la infraestructura de red necesaria, al tiempo que se refuerza la implicación del sector privado y se elimina progresivamente las subvenciones a los combustibles fósiles.
En segundo lugar, proponen que, en las contrataciones públicas, se fijen objetivos de contratación “ambiciosos” y basados en la ciencia para crear motores de demanda y apoyar el desarrollo de las cadenas de suministro.
También han pedido que se impulse la eliminación de carbono por medios naturales y tecnológicos y que se simplifiquen y armonicen los requisitos de divulgación y medición en materia climática.
Los firmantes sostienen que el sector privado tiene “una gran oportunidad” de invertir en la transición climática con su poder para movilizar recursos financieros y capacidades técnicas, así como para desarrollar servicios climáticos innovadores y tecnologías de adaptación.
Señalan, además, que esta acción colectiva puede suponer una “importante aportación” a los objetivos climáticos mundiales y un “impulso al valor sostenible”: “se espera que sólo la transición energética cree 51 millones de puestos de trabajo adicionales antes de 2030” tal y como indica el texto de la carta.