Bank of America ha actualizado su recomendación sobre Mapfre a ‘comprar’ (desde ‘neutral’) y ha subido su precio objetivo un 4,5%, hasta los 2,3 euros, pues la firma ve potencial de revalorización en las acciones de la compañía, que se sitúan entre las pocas que todavía cotizan sustancialmente por debajo de los niveles prepandemia.
En un reciente informe emitido tras la publicación de resultados de la aseguradora correspondientes al tercer trimestre, Bank of America resalta que el sector asegurador cotiza en Bolsa un 14% por encima de su nivel precrisis, mientras que las acciones de Mapfre se encuentran todavía un 22% por debajo de su nivel de principios de 2020, pese a que su rentabilidad y dividendos “parecen haber vuelto a los niveles anteriores a la pandemia”.
Bank of America prevé que Mapfre genere un beneficio neto de 743 millones de euros al año durante el periodo 2021-2023, frente a la media de 613 millones del periodo 2017-2019, y que reparta dividendos de 14,5 céntimos al año durante ese tiempo, en línea con los de 2017-2019.
En su informe, el banco sostiene que el nivel de dividendos de Mapfre es sostenible, con un ‘pay out’ de entre el 57% y el 61%, y estima que el beneficio por acción aumentará entre un 3% y un 6%, después de que los elementos que penalizaron a las ganancias de Mapfre en 2021 se disipen en 2022 y la presión sobre los ingresos financieros se haya revertido.
“Con las ganancias recuperándose después del Covid-19 y las catástrofes naturales normalizándose, sentimos una mayor confianza en la sostenibilidad de los dividendos de Mapfre”, ha señalado.
Según Bank of America, estos factores deberían “compensar con creces” el impacto de la ruptura del acuerdo en bancaseguros con Bankia, que espera que se materialice en diciembre.
La firma calcula que Mapfre recibirá el 120% de la valoración del tasador independiente por su participación del 51% en la ‘joint venture’ con Bankia y que se embolsará alrededor de 700 millones de euros por la ruptura de dicha alianza.
Bank of America ve probable que estos ingresos no se devuelvan al accionista, sino que se reinviertan para financiar su crecimiento orgánico, los acuerdos de distribución y, potencialmente, fusiones y adquisiciones.
“Ninguna de estas opciones nos entusiasma especialmente, pero la importante afluencia de efectivo debería proporcionar a los inversores una mayor confianza en la sostenibilidad de los dividendos”, indica.
El informe tiene fecha de 1 de noviembre, una jornada en la que las acciones de Mapfre se dispararon un 7,62%, hasta 1,97 euros.