MADRID, 25 (EUROPA PRESS)
El director general de Estabilidad Financiera, Regulación y Resolución del Banco de España, Ángel Estrada, ha apuntado a una combinación de impuestos y bonificaciones como la mejor estrategia para impulsar la transición sostenible, y ha considerado que en esta estrategia Europa lleva “cabezas de ventaja” a Estados Unidos, al contar ya con varios impuestos.
Así se ha pronunciado durante su intervención en la mesa redonda ‘COP27: La ruta de las finanzas sostenibles’, organizado por el diario El Mundo y patrocinado por Bestinver. “Lo que nos dice la teoría económica y los análisis empíricos que tenemos es que la mejor estrategia es una combinación de impuestos, que penalicen las emisiones, y bonificaciones para que los más afectados no se queden atrás y para ayudar a la transición”, ha afirmado.
En este punto, ha indicado que el aumento que se está produciendo desde febrero de los precios de los derivados del petróleo “está haciendo parte del trabajo”, pero cree que muy probablemente estos valores se corregirá y se volverá a un entorno de precios bajos.
También ha afirmado que la recaudación de impuestos ayudaría a financiar las subvenciones o créditos fiscales que se den para facilitar la transición. “En este ámbito, Europa le lleva muchas cabezas de ventaja a EEUU. Los impuestos sobre emisiones de CO2, consumos de combustible, son prácticamente inexistentes allí”.
Estas declaraciones han servido de respuesta a lo expuesto por el gestor de Bestinver especializado en Norteamérica, Jaime Ramos, quien ha señalado que EEUU ha desarrollado el “cambio más grande en el periodo más corto de tiempo” desde la Administración Trump, que abandonó el Acuerdo de París, a ser uno de los países que ha pedido que se mantenga el objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5º.
Ramos ha explicado que, en agosto, el país norteamericano aprobó una ley para reducir la inflación que incluía créditos fiscales “masivos” para la transición energética. Este factor, más el aumento de los costes energéticos, estaría llevando al sector privado a descarbonizarse, ya que “tiene sentido económico, se ahorra dinero”.
Además, ha indicado que Biden ha firmado este mes de noviembre una orden ejecutiva por la que el gobierno fiscal va a exigir a todos sus proveedores tengan transparencia para que se sepan las emisiones y se pongan objetivos de ‘cero neto’ para la descarbonización. De esta forma, cualquier empresa que quiera hacer negocio con el gobierno federal, se comprometen con estos objetivos, así como otras empresas en otros puntos de la cadena de suministro también se deben comprometer.
La socia de AFI y especialista en finanzas sostenibles, Claudia Antuña, ha añadido que EEUU no tiene una regulación “tan amplia” en materia de sostenibilidad en comparación con Europa, pero sí se observa que el regulador de los mercados de capitales estadounidense está aplicando un grado de exigencia “muy elevado” a los mercados, fondos de activos y gestoras en este sentido. “EEUU está en la carrera por la sostenibilidad en todos los ámbitos”, ha afirmado.
COYUNTURA MACROECONÓMICA
Por otro lado, Estrada ha afirmado que la coyuntura actual macroeconómica no es “la más favorable” para llevar a cabo el cambio estructural que exige una economía sostenible. Este cambio “se hace mejor, de forma más suave, cuando la situación económica no es como ahora, donde se revisan las previsiones de crecimiento a la baja, con algunos riesgos de recesión en algunas economías, pero esto es un problema estructural que hay que abordar”.
Sin embargo, Estrada ha asegurado que este cambio estructural “debe abordarse” y ha explicado que el problema fundamental es que los costes de la contaminación y el cambio climático no son asumidos por los responsables, sino por la sociedad. Para internalizar estos costes, Estrada ha señalado que hay tres vías: que los gobiernos actúen, a través impuestos y subvenciones, que haya avances tecnológicos que ayuden a reducir la huella de carbono, o que se produzca un cambio en la preferencia de los agentes.
Para todos estos elementos, Estrada ha indicado que se necesitan financiación privada y pública, incentivar la innovación y mucha información de calidad y homogénea para consumidores e inversores.