MADRID, 21 (EUROPA PRESS)
Las asociaciones en defensa de los consumidores y usuarios financieros, Adicae y Asufin, han valorado en sendos comunicados la subida de tipos de 50 puntos básicos del Banco Central Europeo (BCE), alertando de las consecuencias que esta decisión puede tener sobre los clientes bancarios con hipotecas.
Asufin señala que la contundencia del BCE acelerará la subida del Euríbor, que en la actualidad roza el 1% en su media mensual, y que podría cerrar el año en el 1,5%, según las previsiones de la asociación.
Estas subidas “se harán patentes especialmente” a partir de agosto, cuando se renueven las hipotecas con el cierre de julio. En este sentido, Asufin recomienda la “renegociación” con la entidad, o incluso con otros bancos, para aquellos clientes que tengan diferenciales “muy altos de la burbuja financiera”, del 2% o hasta el 3%.
“Las hipotecas de estos usuarios tienen ya amortizada buena parte del capital que se suscribió en los años 2010 hasta 2014 y pueden encontrar mejores opciones en estos momentos, con un tipo fijo o variables por debajo del 1%”, explica Asufin.
El encarecimiento de las hipotecas que se revisen ahora alcanzará, según la asociación, los 800 euros, mientras que si el Euríbor finalmente cierra en el 1,5%, esta cantidad podría elevarse a los 1.127 euros.
Para 2023, Asufin cree que el indicador mayoritario en las hipotecas escalará hasta el 1,9%, lo que se traduciría en 1.372 euros más en la cuota de las hipotecas, tomando como referencia una hipoteca media de 100.000 euros, a 25 años y un diferencial del 1%.
En este escenario, llama a prestar “mucha atención” a la venta combinada de productos ajenos al préstamo, con el objetivo de ajustar el precio a la baja.
El precio final de la hipoteca contratada, en términos TAE, con estos productos (seguros, planes de pensiones, etc) “suele resultar más elevado que si se prescinde de la bonificación aplicada en el tipo de interés y acudimos al mercado en busca de mejores opciones”, concluye.
ADICAE APUNTA A LOS “INTERESES DEL LOBBY BANCARIO Y FINANCIERO”
Por su parte, Adicae ha “vinculado” los “intereses del lobby bancario y financiero” con que la subida de tipos del BCE haya sido mayor de lo esperado, siendo de 50 puntos básicos en lugar de los 25 puntos anunciados hace un mes por la institución.
“A juicio de la asociación, el incremento del 0,50 del tipo oficial del BCE no es ajeno a la propia presión e intereses de una banca que aspira a ampliar sus márgenes y seguir cubriendo sus balances”, ha afirmado la asociación, que ha señalado al encarecimiento del Euríbor mientras que “la remuneración del ahorro se ha mantenido estancada en claro perjuicio de los consumidores”.
Adicae considera que, frente a la inflación actual, los consumidores “necesitarán medidas adicionales” a la política monetaria del BCE, “habida cuenta además de que, en España, han sido continuados el encarecimiento de comisiones y servicios bancarios básicos y reiterados los abusos masivos en el ámbito de las hipotecas y el crédito”.
El presidente de la asociación, Manuel Pardos, ha advertido de que “muy posiblemente” se sucederá “una campaña comercial de la banca para instar a los consumidores a tomar decisiones ‘de urgencia’ bajo el especulativo mensaje de que los tipos subirán más”.
Pardos ha añadido al respecto que la actual situación de “graves problemas” de rentas familiares “abre la puerta a campañas de ‘crédito fácil’, personal y al consumo que también se verán encarecidos”.
Por ello, Adicae ha llamado a los consumidores a “no dejarse llevar por mensajes especulativos que les impulsen a contratar hipotecas irracionalmente”, así como valorar “con cautela y detenimiento” las posibles ofertas para pasar de hipotecas variables a hipotecas fijas.
Por último, la asociación ha apoyado el anuncio del BCE de vigilancia sobre las condiciones de financiación de las entidades de crédito para que, especialmente respecto de las hipotecas, “no perturben la política monetaria, más todavía en España después de la experiencia de la burbuja”, así como el apoyo del banco central a los países del sur de Europa frente a “potenciales desequilibrios” de sus primas de riesgo.