Argelia ha suspendido el Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación que tenía con España desde el 8 de octubre de 2002, como respuesta al cambio de política del Gobierno español con respecto a Marruecos y el Sáhara. Tras conocerse la noticia, el Gobierno ha lamentado la decisión argelina y ha reafirmado su compromiso con el tratado.
Lo que se temía, se hace por tanto realidad, y Arglia ha justificado la ruptura ante el hecho de que, a su entender, “las autoridades españolas han emprendido una campaña para justificar la posición que han adoptado sobre el Sáhara Occidental, una violación de sus obligaciones legales, morales y políticas como poder administrador del territorio que pesan sobre el Reino de España”.