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Nuevo capítulo en la crisis del fútbol. Goldman Sachs ha dado tres años más a Joan Laporta para sacar de la quiebra al Fútbol Club Barcelona. El banco le ha dado tres años de carencia para empezar a devolver el préstamo de 595 millones que le extendió en agosto. El deporte rey está pasando por horas bajas… Ya lo decía Florentino… Pero, ¿por qué están arruinados los clubes de un negocio que mueve tanto dinero?
Tan millonario como poco rentable. Esa es la dualidad del deporte rey… que mientras se construyen mastodónticos estadios y se compran y venden jugadores por (incluso) cientos de millones, por dentro las cuentas de los clubes de fútbol están… secas.
El Barça es la última ficha en caer a las tinieblas de las quiebras futboleras. En el ejercicio cerrado el 30 de junio de 2020 el club tenía un fondo de maniobra negativo de más de 600 millones de euros…
Lo que, en palabras llanas, significa que hay 600 millones de deuda a corto plazo que el Barça no puede pagar con su activo circulante.
Ya lo decía Florentino Pérez en El Chiringuito…Esa “ruina” de la que hablaba el empresario es el germen que le llevó a idear la Superliga… Lo que pretendía ser una solución al inminente problema de los titánicos y populares clubes de fútbol: la supervivencia financiera.
Y es que de los dos clubes más grandes de España, por ejemplo, solo el Madrid acabó el ejercicio cerrado en junio de 2020 en positivo. Y ganó solo 300.000 euros.
El Barcelona ni siquiera pudo terminar la temporada en números negros… Las pérdidas eran de 97 millones.
Pero, exactamente, ¿dónde está el problema en sus cuentas? El diagnóstico es muy sencillo: menos ingresos y muchos gastos.
Por ejemplo, la temporada 2019-2020 fue la primera en 20 años en la que el Real Madrid vio cómo descendían sus ingresos.
Algo que se explica, sobre todo, por la pandemia y la pérdida de interés de los aficionados: los ingresos que han caído son, sobre todo, los que vienen de los socios y de las entradas al estadio.
La pandemia agravó la situación porque, directamente, no se pudieron jugar partidos. Pero ese desapego emocional lleva años costando dinero a los clubes del deporte rey.
Las audiencias han bajado respecto a niveles anteriores a la pandemia. Pero es cierto que Movistar La Liga sigue siendo la cadena con mayor share entre los canales de pago, según datos de Geca.
Pero ahora el fútbol tiene otro deporte que puede quitarle la corona y que cuenta con una plataforma mucho más amigable para las nuevas generaciones: los eSports y el streaming.
Y ese desapego emocional puede terminar costando mucho dinero. Porque las retransmisiones de los partidos dan millones de euros a los clubes a través de los derechos audiovisuales.
El coctel de la ruina es sencillo: pérdida de interés, inversiones mastodónticas y una guerra de fichajes con precios desorbitados. Es el peligroso reto que enfrentan los clubes de fútbol… que, al final, más que un negocio rentable para sus dueños, son un juguete muy vistoso. ¿A quién no le gustaría tener uno de los equipos estrella del deporte rey?