MADRID, 28 (EUROPA PRESS)
La firma de inversión AKO capital ha incrementado su posición bajista en ACS hasta el 1,02%, el doble de la que tenía hace apenas tres meses en la constructora y una de las más altas desde que se estrenó en corto en la compañía en el año 2015.
Según consta en los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), se trata de la sexta vez consecutiva que AKO aumenta su participación bajista en la firma presidida por Florentino Pérez en los últimos tres meses.
La operación quedó registrada el pasado lunes 26 de abril, partiendo de una anterior posición de 0,99% registrada el 21 de abril. Su apuesta bajista fue reduciéndose progresivamente hasta febrero de este año, cuando invirtió su estrategia y comenzó a aumentarla.
Este giro coincide con el momento en el que la compañía trasladó su interés por hacerse con ASPI, la sociedad con la que Atlantia –socio de ACS en Abertis– gestiona 3.000 kilómetros de autopistas en Italia, una operación cuyo desenlace todavía está abierto.
Este viernes, el consejo de administración de la italiana se reunirá de nuevo para valorar la única oferta oficial que de momento ha recibido, la del Gobierno italiano junto con los fondos Blackstone y Macquarie, que ronda los 9.000 millones de euros.
En la muestra de interés presentada por ACS se hacía referencia a la valoración que daban los analistas, que se mueve en un rango de entre 9.000 y 11.000 millones de euros, un precio que ha convencido al fondo británico The Children’s Investment Fund (TCI), accionista de referencia en el capital de la italiana Atlantia y en compañías españolas como Ferrovial.
Por ello, TCI ha pedido al Gobierno de Mario Draghi que dé tiempo al consejo de administración para que pueda estudiar con detenimiento la oferta lanzada por ACS para adquirir sus autopistas italianas y ya ha mostrado su preferencia por esta otra oferta.
Por el momento, Atlantia solo ha emitido un comunicado en el que aseguraba haber tomado en consideración la oferta lanzada por Florentino Pérez. La italiana llegó a un acuerdo con el Gobierno para desprenderse de las autopistas transalpinas tras el derrumbe de un puente en Génova en el verano de 2018.