“Vamos a seguir luchando por el presente y futuro de este sector: ahora se ve la fuerza que tiene el mundo agrario”, señala Asaja
Los gobiernos central y regional “tienen que actuar con medidas”, reclama UAGR
“Estos pitidos de tractores han venido a recordar a Logroño que hay mucha gente que se está arruinando”, añade UPA
LOGROÑO, 26 (EUROPA PRESS)
Más de 2.000 personas y alrededor de 250 tractores, junto a varias vacas y un rebaño de ovejas, han visibilizado hoy, por las calles de Logroño, las reivindicaciones de la agricultura y ganadería riojanas por un sector primario “al límite”.
La manifestación, que ha comenzado antes de las diez de la mañana desde el Palacio de Deportes, ha llegado casi a las doce del mediodía al Espolón, recorriendo una de las arterias principales de la ciudad, la calle Vara de Rey, y recibiendo el apoyo de ciudadanos en las aceras del recorrido.
El presidente de ARAG-ASAJA, Eduardo Pérez, ha mostrado el “orgullo” de compartir una jornada con el mundo rural, y demostrar su importancia, además de “luchar” por sus derechos.
La rentabilidad, ha dicho, es el primer objetivo porque el sector está “al límite” por los precios “tan bajos” y costes de producción “disparados”.
“Lo que queremos es que apuesten por el sector, hay más restricciones y, en cambio, en las fronteras están entrando productos con unas normativas distintas y lo que tenemos que hacer es tirar nuestros productos porque no podemos competir con ellos”, ha dicho.
Ha unido la fauna silvestre, que “arrasa” las cosechas: jabalies, ciervos, corvos, conejos y lobos. “El lobo no está en peligro de extinción, lo que está en peligro de extinción es la ganadería extensiva, que nos la vamos a cargar”, ha aseverado.
Al finalizar la manifestación, participantes han dejado tanto en la Delegación del Gobierno español como en el Palacete del Ejecutivo riojano cadáveres de ovejas atacadas por lobos.
“Vamos a seguir luchando por el presente y futuro de este sector: ahora se ve la fuerza que tiene el mundo agrario”, ha dicho Pérez. En este sentido, el presidente de la UAGR-COAG, Oscar Salazar, ha informado de que, en los últimos tres meses, en La Rioja se han perdido tres explotaciones de ovino.
“Nos jugamos mucho, estamos hablando de alimentación”, ha dicho al tiempo que ha considerado que el sector está “amenazado por la Política Agraria Común, que viene con un recorte presupuestario y que no está priorizando el modelo de los hombres y las mujeres del campo que están hoy aquí”.
Ha visto, además, que hay un “atraco al consumidor, inflando los precios mientras se rebaja a los productores”. Para ello, ha considerado que los gobiernos central y regional “tienen que actuar con medidas”.
A su juicio, hoy se ha visto “el apoyo de la sociedad” y ha creído que el próximo 20 de marzo las personas que hoy se han manifestado en Logroño deben acudir a la manifestación que se celebrará en Madrid porque “es un problema de Estado”.
Desde UPA Rioja, su secretario de Organización, Nestor Alcolea, ha hablado de “éxito” de una acción que pretendía “visibilizar un problema de toda la sociedad riojana” y recordar que “fuera de los sillones de las consejerías hay una buena cantidad de agricultores y ganaderos que se están jugando su dinero para salir adelante”.
Ha señalado cómo con los costes de producción “es matemáticamente imposible ser rentable” y “estos pitidos de tractores han venido a recordar a Logroño que hay mucha gente que se está arruinando trabajando, que hay muchos viticultores que llevan dos años vendiendo la uva por debajo de lo que les cuesta producirla”, ha añadido.
Ha recordado que hay una Ley de la Cadena Alimentaria que impide vender por debajo de los costes de producción: “Pero si tenemos una ley escrita y no es efectiva es como una campana sin badajo, que no suena, y lo que tiene que hacer esa ley es incluir recursos y vincular los contratos a estudios de costes de producción independientes”.
También ha indicado que los ganaderos de la sierra desayunan todas las mañanas con ovejas muertas y eso, ha dicho, “es insoportable, y las medidas han favorecido una sobreprotección del lobo que va a impedir el escaso control poblacional que se estaba haciendo”.