VALENCIA, 27 (EUROPA PRESS)
La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) e Intercitrus han explicado que los citricultores europeos “están tremendamente preocupados” y “en máxima alerta” porque ven “cada vez más cerca los dos vectores de una enfermedad contra la que, a día de hoy, no hay cura”.
Se trata del psílido asiático de los cítricos o Diaphorina citri (ACP-Asian Citrus Psyllid), el insecto vector de la bacteria más agresiva asociada a la enfermedad del Huanglongbing (HLB), que es considerada la enfermedad más grave de la citricultura mundial y ha sido detectado por primera vez en Israel, según informa el proyecto internacional Pre-HLB dedicado a la prevención y control de dicha enfermedad.
AVA ha señalado que esta noticia “confirma la llegada de este vector a la citricultura mediterránea”. Según ha detallado en un comunicado, esto, sumado a “la rápida expansión del otro vector del HLB Trioza erytreae hasta el sur de Portugal, enciende las alarmas en el sector citrícola europeo por las millonarias pérdidas que ocasionaría en caso de implantarse dicha enfermedad”.
El foco inicial de Diaphorina citri está muy cerca de Netanya, una ciudad bastante grande al norte de TelAviv, donde hay muchas plantaciones de naranjos y mandarinos. Los investigadores del proyecto Pre-HLB, Marcelo Miranda (Fundecitrus, Brasil), Alberto Fereres (ICA-CSIC), Ofir Bahar (Volcani, Israel) y Leandro Peña (IBMCP-CSIC) están colaborando con las autoridades fitosanitarias del país israelí.
Estos investigadores afirman que “el foco inicial se localizó en julio de 2021 y la aplicación de tratamientos insecticidas parece que consiguió controlar el foco a fecha de noviembre”, recoge AVA. La llegada del invierno también contribuyó a reducir la población de insectos, que es posible que vuelva a multiplicarse al comienzo de la primavera.
Aunque en ninguno de los insectos se encontró presencia de bacteria asociada al HLB, están “alerta por las características de un vector capaz de volar un km por semana (y más en zonas ventosas), y porque en la primera detección ya se encontraron adultos y todos los estados de desarrollo del insecto”.
El presidente de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), miembro del proyecto Pre-HLB, Cristóbal Aguado, asegura que “los citricultores europeos están tremendamente preocupados porque ven que cada vez están más cerca los dos vectores de una enfermedad contra la que, a día de hoy, no hay cura”.
“LA UE NO PUEDE SEGUIR JUGANDO CON FUEGO”
“El vector detectado ahora en el Mediterráneo, Diaphorina citri, es aún peor que Trioza erytreae, porque se adapta mejor a nuestro clima, puede vivir en un rango de temperaturas mayor, es más difícil de detectar y transmite a la bacteria más letal (la especie asiática) causante del HLB. La Unión Europea no puede seguir jugando con fuego en materia de plagas y enfermedades y debe poner en marcha medidas drásticas”, ha señalado.
El proyecto Pre-HLB está en contacto con las autoridades israelís a través del centro Volcani, socio del proyecto Pre-HLB, y una de sus recomendaciones ha sido comunicar cuanto antes la situación a la población para intentar contar con su ayuda en la detección y posible erradicación del insecto.
Según la asociación valenciana, “si este insecto se introdujera, España tendría los dos portadores del Greening (HLB), lo que dispararía la posibilidad de que la enfermedad se detecte y en tal caso la citricultura española podría desaparecer en 15 años”.
“ES LA ENFERMEDAD MÁS DEVASTADORA”
Por su parte, Intercitrus asegura que “es la enfermedad citrícola más devastadora del planeta, no sólo porque provoca la muerte de los árboles sino porque no tiene cura conocida”.
“La situación, tras demostrarse que la adaptación de este insecto al clima Mediterráneo es un hecho, es de máxima gravedad porque, de llegar a la Península, nuestro país sufriría la presencia de los dos vectores del HLB (la psila asiática ahora detectada en Israel y la africana, Trioza erytreae, insecto cuya población ya se extiende desde el Algarve (Sur de Portugal) al País Vasco”, ha advertido en un comunicado.
“LA CITRICULTURA ESPAÑOLA PODRÍA DESAPARECER”
Con todo ello, considera que “sería sólo cuestión de tiempo que la bacteria pudiera llegar y propagarse sin remedio”. En tales circunstancias, cita a un estudio realizado en su momento a partir de proyecciones de lo acontecido en Florida (EEUU) que apunta a que la citricultura española quedaría reducida a la mitad en siete años y podría desaparecer en menos de 15.
De ahí que Intercitrus considere este “lamentable” hallazgo como un “hito que debiera forzar a la Unión Europea (UE) a dar un nuevo giro a su política fitosanitaria e implementar, sin mayor dilación y por sistema, las medidas más garantistas contra las principales amenazas de la citricultura europea”.
Y la primera oportunidad de demostrar tal cosa se dará en breve, el próximo 31 de enero y 1 de febrero, cuando se reúna el Comité Permanente Fitosanitario de la UE, que debe considerar las medidas a aplicar para frenar la creciente amenaza de los otros dos patógenos considerados por la propia UE como los más destructivos: la ‘Falsa Polilla’ (Thaumatotivia leucotreta) y la ‘Mancha negra’ (Phyllosticta citricarpa).
Para el primero de ellos, Intercitrus reclama que la UE imponga “el método más efectivo conocido, el que ya implementa China, EEUU, India, Japón, Australia a las importaciones de países terceros”: el tratamiento en frío en tránsido, “un proceso estandarizado internacionalmente y que ha reducido a la nada las interceptaciones de esta enfermedad porque elimina todas las posibles larvas alojadas en el interior del fruto”.
Para la segunda, la interprofesional reclama que se refuercen las medidas en origen que ya se vienen aplicando a las importaciones europeas de los países que sufren este hongo, “lo que también implicaría aplicar protocolos similares a los que España está obligado a cumplir cuando exporta naranjas o mandarinas a los países citados”, ha agregado.