MADRID, 23 (EUROPA PRESS)
Un centenar de activistas de varias ONG procedentes de 17 países han interrumpido este martes el tráfico aéreo en el aeropuerto de Ginebra esta mañana por bloquear el acceso a la European Business Aviation Convention & Exhibition (EBACE), la mayor feria de la aviación privada en Europa, para protestar porque consideran que los jets privados “son escandalosamente contaminantes” y, por tanto, exigir su prohibición.
A través de su cuenta de Twitter, el aeropuerto de Ginebra ha informado que “el tráfico aéreo se está reanudando gradualmente a partir de las 12:40 horas”. “Debido a una incursión de personas en la pista, el tráfico aéreo se vio interrumpido temporalmente”, ha explicado.
Los activistas, que forman parte de organizaciones como Greenpeace, Stay Grounded, Extinction Rebellion y Scientist Rebellion, denuncian la “enorme contaminación causada por los vuelos privados”, que son el medio de transporte con más emisiones de CO2 por pasajero y kilómetro, así como la “hipocresía de promover este tipo de aviación privada en medio de una creciente desigualdad social y una crisis climática sin precedentes”.
Además, exigen la prohibición de este medio de transporte después de varios meses en los que se han manifestado contra este tipo de aviación en el aeropuerto Schiphol de Ámsterdam, en el marco de su campaña ‘Make them pay’.
Los activistas bloquearon la entrada de jets privados que se exhiben en la feria y se han encadenado a las escaleras de embarque de varios aviones, al tiempo que han tratado de impedir la entrada a los posibles compradores.
Asimismo, los manifestantes han pegado en los aviones gigantescas etiquetas de advertencia, al estilo de las de las cajetillas de tabaco, con mensajes que clasifican a estos aviones como “tóxicos” porque están “matando” el planeta, “quemando” el futuro y “alimentando la desigualdad”.
La responsable de la campaña Mobility for All de Greepeace, Klara Maria Schenk, ha criticado que “las personas más ricas de Europa han descorchado champán a puerta cerrada en esta feria durante más de 20 años mientras se disparaban las ventas de jets privados, y con ellas, la contribución a la crisis climática”, mientras que el resto de la ciudadanía se esfuerza en reducir las emisiones y son las más vulnerables al cambio climático.
“Ya es hora de que las administraciones pongan fin a estas emisiones injustas y excesivas y prohíban los jets privados”, reclama.
Un estudio de Greenpeace afirma que las emisiones de CO2 que provoca el tráfico de jets privados en España han alcanzado niveles récord en los últimos años. Asimismo, otro estudio de Oxfam ha indicado que 20 millones de personas se ven desplazadas al año por condiciones meteorológicas extremas, obligadas a huir de sus hogares debido a las sequías e inundaciones causadas y agravadas por la crisis climática.
Mientras, la activista de Stay Grounded Mira Kapfinger, una red que reúne a más de 200 organizaciones ha lamentado que los “súper ricos” siguen destruyendo el planeta y continuarán a menos que se ponga fin a esta situación. Por ello, exige acabar con los sistemas de millas aéreas que premian los vuelos frecuentes. “Necesitamos soluciones climáticas justas”, reclama.
Por su parte, desde Scientist Rebellion Alemania, su portavoz, Cordula Market afirma que “ya no es tolerable” que los “súper ricos” sigan desfilando en eventos como EBACE comprando y volando en sus jets privados sólo para su propio beneficio, mientras siguen alimentando el colapso climático.
“Debemos detenerlos, por eso científicos y activistas de toda Europa nos hemos unido en Ginebra para actuar contra esta locura”, justifica.
Finalmente, el portavoz de Extinction Rebellion Ginebra, Joël Perret, quiere que Ginebra deje de ser uno de los aeropuertos con más tráfico de jets privados para lo que exige reducir “drásticamente” la aviación para detener la catástrofe climática y para ello considera que el primer paso es “prohibir ya los jets privados”.
EBACE es el mayor feria anual del sector de la aviación de negocios en Europa y uno de los mayores salones del mundo al que asisten unos 5.000 visitantes, casi la mitad de quienes poseen o explotan un avión.