El banco central alemán se muestra crítico con la subida del salario mínimo y la extensión de la suspensión del freno de la deuda
MADRID, 22 (EUROPA PRESS)
El Bundesbank, el banco central de Alemania, considera que la economía germana, la mayor del Viejo Continente, “se está tomando un respiro” por el impacto de los cuellos de botella y de las nuevas restricciones para abordar la pandemia, asumiendo que la tasa de inflación del país quedará justo por debajo del 6% en noviembre y que se mantendrá por encima del umbral del 3% durante un periodo prolongado.
En la última edición de su boletín mensual, el Bundesbank afirma que ‘la locomotora europea’ se está tomando “un respiro”, ya que la falta de bienes y mano de obra, así como las nuevas restricciones diseñadas para combatir los rebrotes de la pandemia de Covid-19, están apagando el reciente auge de la actividad.
En este sentido, recuerda que el consumo privado fue el motor de crecimiento más importante por el lado de la demanda para la recuperación durante el verano, tras la relajación de muchas medidas de contención, mientras que las exportaciones ha desacelerado significativamente, a pesar de la alta demanda del exterior, como consecuencia probablemente los problemas de suministro en la industria.
En cuanto a los precios, la entidad presidida por Jens Weidmann constata la fuerte subida de la inflación en octubre, cuando escaló al 4,6%, asumiendo que la tasa interanual “subirá hasta justo por debajo del 6% en noviembre”, pero confía en que en enero se producirá un alivio sustancial como consecuencia de efectos estadísticos, aunque advierte de que “podría aún estar muy por encima del 3% durante un periodo prolongado”.
En el caso del mercado laboral, el banco central germano destaca la fuerte recuperación del empleo observada en verano, aunque advierte de una reciente pérdida de impulso.
Asimismo, el Bundesbank se muestra crítico en su boletín con el objetivo de fijar un salario mínimo de 12 euros la hora, actualmente sobre la mesa de las negociaciones para formar un Gobierno de coalición, al considerar que “el aumento significativo del salario mínimo intervendría notablemente en los rangos salariales más bajos y no tendría efectos insignificantes en los grupos salariales más altos”.
Por otro lado, en su boletín critica la posibilidad de que el nuevo Gobierno alemán mantenga la intención del anterior Ejecutivo de seguir haciendo uso en 2022 de la excepción al freno de la deuda, a pesar de que, en su opinión 2022 no sea un año de crisis.
“El Gobierno anterior tenía previsto seguir utilizando la cláusula de excepción del freno de la deuda en 2022. Actualmente no hay indicios de que el próximo Gobierno vaya a renunciar a ella. Sin embargo, hay mucho que decir por el hecho de que 2022 ya no es un año de crisis”, señala el banco central.
En general, el Bundesbank considera que el recurso a esta cláusula de excepción de las reglas fiscales “no es obvio desde la perspectiva actual” y ve difícil la justificación para financiar mediante este mecanismo de excepción cargas presupuestarias no relacionadas con la crisis.
“El freno de la deuda ha demostrado hasta ahora su valor y los ajustes no parecen ser imperativos”, defiende el Bundesbank, señalando que si los cambios se consideran sensatos, deben discutirse abiertamente y si es necesario volver a anclarlos legalmente antes que “socavar y esquivar” el freno de deuda.