MADRID, 18 (EUROPA PRESS)
El grupo industrial alemán Thyssenkrupp registró pérdidas de 115 millones de euros al cierre de su año fiscal, que concluyó el pasado mes de septiembre, en contraste con el beneficio neto atribuido de 9.585 millones del ejercicio anterior, cuando las cuentas de la compañía incluyeron el impacto extraordinario positivo de la venta del negocio de ascensores.
De este modo, al excluir el efecto de atípicos, el resultado neto por operaciones corrientes de la alemana arrojó unas pérdidas de apenas 19 millones de euros, frente a los ‘números rojos’ de 5.541 millones del ejercicio precedente.
“Después de dos años de intenso trabajo de transformación, ahora podemos decir que el cambio es evidente y Thyssenkrupp va en la dirección correcta”, afirmó la consejera delegada de la empresa, Martina Merz, quien, sin embargo, advirtió de que “quedan enormes desafíos, especialmente debido a la escasez de semiconductores y las incertidumbres derivadas de la pandemia de coronavirus”.
En el conjunto del ejercicio, Thyssenkrupp recibió pedidos por importe de 39.571 millones de euros, una cifra un 13,4% superior a la del año anterior, mientas que las ventas netas de la compañía sumaron 34.015 millones de euros, un 4% menos.
De cara al ejercicio en curso, la alemana es optimista, a pesar de las incertidumbres respecto de la evolución de los cuellos de botella en el suministro de semiconductores y otros productos, lo que dará lugar a dificultades temporales en el actual año fiscal.
De este modo, Thyssenkrupp espera que sus ventas crezcan alrededor de un 5% y que su Ebit ajustado se duplique, hasta una cifra de entre 1.500 y 1.800 millones de euros, incluyendo una significativa mejora de las ganancias del negocio de acero en Europa y una pérdida sustancialmente menor en Multi Tracks, así como lograr un beneficio neto de al menos 1.000 millones de euros, que sería el más alto desde el ejercicio 2007/2008.