La pérdida vinculada a hurtos, fraudes e ineficiencias supone el 0,8% de las ventas del comercio, lo que equivale a unos 1.800 millones de euros anuales, según los datos que se han dado a conocer en el 24º Congreso AECOC de Pérdida Desconocida, que se está celebrando este jueves en Madrid.
El director de Pérdida Desconocida de AECOC, Alejandro Sánchez, ha señalado que los hurtos, fraudes e ineficiencias en el comercio tienen actualmente un impacto de 1.800 millones de euros anuales en el sector.
“España está entre los países europeos con una mayor tasa de pérdida por hurto y tenemos las herramientas para alcanzar los niveles de Alemania, que está en un nivel de pérdida del 0,6%, lo que supondría un ahorro de 700 millones de euros cada año”, ha explicado.
Sánchez ha argumentado que, tras el descenso en el número de delitos comerciales que se produjeron durante los primeros meses de la pandemia por el confinamiento y el cierre de los negocios no esenciales, en este 2021 los hurtos crecen a un ritmo del 16% trimestral y apunta a que, de mantenerse ese ritmo, a final del año podrían alcanzarse los niveles anteriores a la pandemia.
Entre la tipología de hurtos y fraudes que más crecen están los vinculados con el ‘e-commerce’, que en los últimos meses ha vivido un crecimiento inesperado y que ha ido acompañado por un incremento de incidencias. “El delito de fraude informático creció un 25% en 2020 y el ligado a tarjetas de crédito lo hizo en un 28%”, ha explicado Sánchez, que ha apuntado a que, en la actualidad, por cada tres hurtos físicos que se producen hay una estafa de tarjeta.
Sánchez ha reclamado a las empresas avanzar en la ciberseguridad y en la comprensión de los datos que manejan para responder eficazmente a la “complejidad de gestión de los surtidos y de la pérdida desconocida que conlleva la digitalización”.
También ha reclamado a la Administración un marco normativo más eficaz en la lucha contra la multirreincidencia del hurto, que supondría “una herramienta clave en la lucha contra los delitos persistentes de las bandas organizadas”.
Una de las herramientas regulatorias que han permitido avanzar en la prevención de los delitos en los comercios es el protocolo de denuncias in situ aprobado hace un año, y que permite denunciar en el propio establecimiento a delincuentes identificados en el momento de comente un delito leve -hurto de valor inferior a 400 euros-, con el objetivo de celebrar un juicio rápido.
Por otro lado, la Guardia Civil ha señalado en el congreso que los delitos en comercios se mantienen en niveles notablemente inferiores a los de antes de la pandemia, a pesar del levantamiento de las restricciones y la normalización de la actividad económica y comercial.
Según los datos del organismo policial, en lo que va de 2021 se han cometido 29.659 hechos delictivos en comercios y se proyecta cerrar el año en torno a los 33.488 que se registraron en 2020. Cifras un 40% inferiores a los más de 55.000 delitos que se cometieron en 2018 y 2019.
“Esperábamos que el levantamiento de las restricciones supusiera un gran crecimiento respecto a los datos de un 2020 marcado por el confinamiento y el cierre de negocios, pero la realidad es que no se ha producido un aumento y los delitos comerciales siguen lejos de lo que sucedía antes de la pandemia”, ha explicado el jefe del grupo de análisis criminal de delitos contra el patrimonio, Diego Alejandro Palomino.
Por tipología de delitos, los hurtos representan un 63% del total, mientras que los delitos de robo con fuerza suponen un 33% y los robos con violencia un 2,8%.
Los datos expuestos por la Guardia Civil muestran que el comercio minorista es víctima de la mayoría de hurtos y de robos con violencia (49% y 54% del total de los casos, respectivamente), mientras que el 33% de los robos con fuerza se producen en la hostelería.