MADRID, 5 (EUROPA PRESS)
Crédito y Caución ha mostrado sus temores ante el riesgo de que la “cicatrización económica postpandemia” provoque una pérdida permanente de producción y cambios estructurales en las cadenas de suministro del comercio internacional y ha vaticinado que estos procesos serán menores en las economías avanzadas que en las emergentes, de rentas bajas o dependientes del turismo.
“En todo el mundo, las medidas gubernamentales han limitado la erosión de las competencias de los empleados y el desmantelamiento de las empresas. Esto ha sido crucial para que la oferta de la economía se mantenga más o menos intacta, y para evitar una situación en que la demanda reprimida en la recuperación no pueda ser satisfecha por la oferta. Pero cuanto más dure la pandemia, y cuanto mayor sea su impacto, más cicatrices se producirán”, han apuntado desde la aseguradora en su informe sobre Asia.
Desde Crédito y Caución han vaticinado que el continente asiático será el “gran damnificado” de esta situación. Así pues, aunque la región mostrará un fuerte crecimiento en los próximos años, del 5% al 6% anual, el impacto negativo del Covid-19 será duradero en la mayoría de sus mercados. “En 2025 su PIB será un 3% inferior al previsto antes de la pandemia e India, Filipinas e Indonesia serán los países asiáticos donde la pandemia dejará mayores efectos permanentes”, han matizado.
LAS EMPRESAS, CONSCIENTES DE LAS VULNERABILIDADES
Según han aclarado desde la aseguradora, las carestías logísticas y la crisis de suministros han llevado a las Administraciones Públicas de todo el mundo a poner “más énfasis” en la autosuficiencia en sectores estratégicos como la alta tecnología o los productos farmacéuticos. “La pandemia también ha sensibilizado a las empresas sobre la vulnerabilidad de sus cadenas de suministro y muchas están siendo rediseñadas para mitigar los riesgos de futuros shocks externos sacrificando parte de su rentabilidad”, han apuntado.
Este intercambio de eficiencia por resiliencia, a juicio de Crédito y Caución, tendrá un impacto en el comercio exterior, ya que las nuevas estrategias implican una mayor dependencia del suministro de productos básicos y bienes intermedios desde países o regiones cercanas. Previsiblemente, la pandemia reforzará la tendencia a la relocalización que se inició durante la guerra comercial entre Estados Unidos y China.
Por último, desde Crédito y Caución han apuntado que, aunque la política comercial de EE.UU. desde la salida del Gobierno de Donald Trump se ha vuelto “menos volátil”, se siguen manteniendo tanto los aranceles como las barreras no arancelarias.
“El desacoplamiento completo de las dos mayores economías del mundo parece impensable, ya que ambas están fuertemente interconectadas y separarse por completo perjudicaría enormemente a ambos países y al comercio mundial. Mientras tanto, la Unión Europea se ha vuelto más crítica con las ambiguas políticas y prácticas comerciales de China”, han sentenciado.