Reducir las barreras a la competencia y “algunas rigideces” del mercado laboral, multiplicaría sus efectos
MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
El Banco de España ha determinado que el efecto expansivo de las inversiones a cargo de los fondos europeos es mayor si se acompañan de reformas estructurales que mejoren el funcionamiento de los mercados de productos y del mercado laboral.
De acuerdo con el análisis empírico de los factores que pueden potenciar la efectividad del programa ‘Next Generation EU’, las reformas estructurales que reduzcan las barreras a la competencia en el mercado de productos y algunas rigideces en el mercado laboral pueden aumentar el efecto expansivo (multiplicador fiscal) de los fondos europeos a medio y largo plazo.
“El recurso al programa Next Generation EU (NGEU) puede convertirse en uno de los principales factores que determinen el devenir de la economía española en los próximos años”, remarca el organismo que encabeza Pablo Hernández de Cos.
Este artículo analiza el impacto económico que ha tenido el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder) durante los últimos 20 años, debido a la similitud de los objetivos de dichos fondos y del NGEU y a la disponibilidad de información.
No obstante, el organismo admite que la evaluación del impacto económico derivado del NGEU conlleva un “elevado grado de complejidad e incertidumbre”. Esto es debido a que a los factores que habitualmente alimentan la controversia sobre el tamaño de los multiplicadores fiscales cabe añadir otros que son consecuencia de las características concretas de estos fondos.
INTERROGANTES SOBRE EL PLAN DE RECUPERACIÓN
Aunque la presentación de los Planes de Recuperación y Resiliencia (PRR) ha contribuido a limitar esta incertidumbre, todavía existen interrogantes que deben ser resueltos. Algunos de estos giran en torno al elevado grado de exigencia del calendario de ejecución de los proyectos, la conexión de este con los plazos de recepción de los fondos, o el alcance de las reformas estructurales incluidas en los distintos programas nacionales.
Y es que el Banco de España han identificado transformaciones estructurales significativas en la economía que, en algunos casos, la pandemia ha acelerado y que el NGEU pretende impulsar. Sin embargo, la reducción de determinadas rigideces en los mercados conlleva, con frecuencia, costes en el corto plazo, mientras que los beneficios netos son solo visibles a medio y largo plazo. Con este trasfondo, un tono expansivo de la política fiscal puede contribuir a reducir dichos costes.
Además, la literatura ha documentado que los efectos expansivos de un impulso fiscal son más potentes cuando los mercados funcionan con superior eficiencia.
Por último, existe evidencia que sugiere que las sinergias entre las reformas estructurales y los impulsos fiscales son mayores en una situación como la actual, en la que la actuación de la política monetaria se ve limitada por la proximidad de los tipos de interés a su límite inferior efectivo.
En este contexto, el Banco de España destaca que el impulso fiscal del NGEU representa un salto cuantitativo respecto a la magnitud del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder) sin precedente histórico. En este sentido, este análisis tampoco tiene en consideración los posibles “efectos desbordamiento”, que potenciarán el impacto macroeconómico de los fondos del NGEU, en un contexto en el que la ejecución de sus proyectos tendrá lugar de forma simultánea en toda la UE.