BRUSELAS, 30 (EUROPA PRESS)
La Comisión Europea ha propuesto a los gobiernos del bloque una prolongación del régimen temporal de ayudas públicas puesto en marcha por la crisis derivada de la pandemia hasta el 30 de junio de 2022, así como una serie de “ajustes” para ampliar su alcance y también preparar su retirada progresiva.
El Gobierno español pidió a principios de septiembre una ampliación su vigencia, que expiraría sin cambios el 31 de diciembre, para poder ampliar el plazo de las ayudas directas de 7.000 millones para pymes y autónomos.
Ahora, Bruselas ha enviado a los Estados miembros un borrador con dicha extensión para que remitan ahora sus comentarios a las autoridades comunitarias. El Marco Temporal de Ayudas de Estado se puso en marcha en marzo de 2020 para permitir a las capitales desplegar medidas que normalmente están prohibidas.
En este contexto, el Ejecutivo comunitario propone a los Veintisiete una prórroga “limitada” de las normas excepcionales de seis meses, acompañada de una serie de “ajustes” sobre su alcance. También recoge “la senda para la retirada progresiva del apoyo de crisis” a la luz de la recuperación económica.
Bruselas considera que esta extensión garantizaría un proceso “coordinado” y que “no se corta de manera repentina el apoyo a las empresas todavía afectadas por la crisis”. “Esta retirada progresiva también puede explicarse por la heterogeneidad de la recuperación entre los diferentes sectores en diferentes Estados miembros”, explica el Ejecutivo comunitario.
En relación a los cambios, la Comisión plantea permitir con esta nueva prórroga medidas de apoyo a la inversión para conseguir una recuperación “sostenible” y que los Estados miembros puedan cubrir su déficit de inversiones provocado por la crisis.
Estas medidas, no obstante, deberán incluir “salvaguardas” para “evitar distorsiones indebidas a la competencia”, como centrarse en un grupo amplio de beneficiarios y tener un tamaño limitado.
Por otro lado, se permitirán medidas de apoyo a la solvencia para dirigir inversiones y fondos privadas a empresas, especialmente pymes y compañías de capitalización media, que tienen una mayor dependencia de la financiación bancaria y “pueden estar todavía más endeudadas tras la crisis”.