Entiende la preocupación de Urkullu por el futuro de la empresa y le “encantaría” que el Gobierno Vasco forme parte de la operación
BILBAO, 26 (EUROPA PRESS)
Bain se compromete a mantener el centro de decisión de ITP en Euskadi, el empleo y a desarrollar un proyecto industrial. Además, entiende la preocupación expresada por el lehendakari, Iñigo Urkullu, ante la operación de venta de la empresa vasca, y asegura que le “encantaría” que el Gobierno autonómico forme parte de este proceso de adquisición del fabricante de motores aeronáutico.
En vísperas de que cumpla la fecha tope establecidas para culminar las negociaciones de la filial de Rolls Royce, fuentes cercanas al fondo estadounidense ha precisado a Europa Press que Bain confirma los compromisos que “asumió desde el principio” de las conversaciones en la operación de venta de ITP sobre “el desarrollo de un proyecto industrial sólido, el empleo y el mantenimiento del centro de decisión y el domicilio fiscal y social” de la empresa vasca en Euskadi.
Las mismas fuentes han precisado que el fondo norteamericano comprende “la preocupación” expresada este pasado sábado por el lehendakari por el futuro de ITP, y ha reiterado su intención de cumplir los requisitos establecidos por el Ejecutivo vasco.
“Bain ha asumido estos compromisos desde el principio de las conversaciones y hoy los confirma”, han apuntado, para precisar que, de la misma manera, su deseo es que el Gobierno Vasco forme parte de la operación y está “encantado de seguir manteniendo conversaciones” con el Gobierno autonómico con este objetivo.
Esta confirmación de la pretensión de aceptar las condiciones exigidas por el gabinete de Iñigo Urkullu se producen después de que el lehendakari mostrara ayer su “desacuerdo y preocupación” ante lo que considera una “deriva de la operación de la venta de ITP.
Urkullu recordó que su Gobierno ha mantenido desde hace meses, pero “con especial intensidad durante las últimas semanas, el compromiso de aportar y acompañar al futuro de la empresa”. “Su venta, por parte de Rolls, ha dado paso a un proceso en el que, desde el inicio, hemos establecido unas condiciones claras ante el que será el futuro comprador”, añadió.
En este sentido, explicó que el Ejecutivo vasco estaba dispuesto a acceder a su capital “con un importante desembolso, siempre y cuando ITP sea considerada estratégica en la industria aeronáutica, y su centro de decisión y su domicilio fiscal y social permanezcan en Euskadi”.
“Será necesaria la definición de un proyecto industrial sólido con músculo financiero, en el que se mantenga la inversión, la apuesta por la I+D y por el empleo. Harán falta medidas de control para el cumplimiento de las condiciones acordadas y el Gobierno Vasco tendría un representante en el consejo de administración de la sociedad matriz”, aseguró.
Para el lehendakari, “estas, y no otras, son las reglas de juego acordadas para que el Gobierno Vasco apoye la operación”. “Seguimos apostando por ello y confiamos en que todos los agentes implicados mantengan el pulso por un futuro para ITP anclada en Euskadi”, concluyó.
ROLLS E ITP
Rolls Royce compró en julio de 2016 al grupo Sener la participación del 53,1% que tenía en ITP por 720 millones, de manera que se hacía con el 100% de la compañía. Sin embargo, en agosto de 2020 la multinacional británica comunicaba que estudiaba la venta de distintos negocios, incluyendo ITP Aero.
A partir de ese momento, se inició un proceso que está entrando en horas claves, ya que mañana sería, en principio, el último día del periodo de negociación, según acordaron los agentes implicados en este proceso negociador, que siguen de cerca tanto el Gobierno del Estado, dada la actividad de la compañía en el área de Defensa, como el Ejecutivo vasco, que quiere garantizar que la compañía sea considerada estratégica y que mantenga su centro de decisión en Euskadi.
Para ello, el gabinete de Iñigo Urkullu siempre ha defendido que una empresa vasca también se involucre en la compra del fabricante vasco de motores y componentes aeronáuticos y uno de los primeros nombres que se apuntó fue el de Aernnova, que llegó a presentar una oferta, que finalmente no fue seleccionada.
En agosto de este año, se hizo público que Rolls-Royce se había decantado por negociar en exclusiva con el fondo estadounidense Bain Capital la venta de su filial por un importe próximo a los 1.600 millones y en esa operación también se apuntaba la posibilidad de dar cabida a la ingeniería Sener. De esta manera, quedaba al margen del proceso el otro fondo en liza que optaba por ITP, Cinven.
En la operación de Bain, en la que también podría entrar el grupo inversor JB Capital, ya no estaría Sener, en principio, mientras se baraja la posibilidad de que pueda participar la guipuzcoana Sapa Plasencia, con sede en Andoain y cuya actividad se centra en el sector de la defensa, y Sidenor.
Fuentes consultadas por Europa Press apuntan a que no todavía no hay nada definitivo y las próximas horas serán decisivas en la negociación, en la que el Gobierno vasco ha planteado una serie de condiciones, las que el propio lehendakari recordó este sábado.
En todo caso, el Gobierno vasco no tiene derecho a veto pero sí lo tendría el Ejecutivo central, ya que, dado, la actividad de ITP en el área de Defensa, está denominada como empresa estratégica para el Estado, y esa venta deberá pasar por aprobaciones del comité interministerial del Gobierno.
En la actualidad, el grupo ITP Aero, con sede en el parque tecnológico de Zamudio (Bizkaia), atraviesa un momento de dificultad derivado principalmente del impacto que la pandemia ha tenido sobre la actividad aeronáutica, debido a las restricciones a la movilidad establecidas para tratar de frenar el virus.
ITP Aero había cerrado 2019 con un beneficio neto de 95 millones, un 37% más que en 2018 y su previsión para 2020 era un crecimiento moderado de sus resultados. Sin embargo, el coronavirus impactó de lleno en el sector.
Finalmente, en 2020, por primera vez en su historia, cerró con pérdidas (13 millones) y sus ingresos de 735 millones se redujeron un 25% menos que en 2019. El fuerte impacto de la crisis derivada de la covid le llevó a un ajuste de su plantilla del 15% (alrededor de 600 personas) para adecuarse a un mercado más reducido, y cuenta, en la actualidad, con aproximadamente 3.600 empleados en cinco países (España, México, Reino Unido, Malta e India). En principio, según la previsión realizada hace unos meses por la compañía, de cara a 2021 esperan unos resultados en línea con los de 2020.
El grupo, fundado en 1989, desarrolla su actividad, tanto en la aviación comercial, donde es proveedor de primer nivel (Tier 1) de los principales fabricantes de motores de aviones, como en el área de Defensa, siendo en la actualidad el responsable del mantenimiento de los motores de las aeronaves del ministerio de Defensa.