“En muchas ocasiones te sientas con representantes sindicales que no tienen intención de llegar a un acuerdo”, critica
BILBAO, 12 (EUROPA PRESS)
El presidente del Círculo de Empresarios Vascos, Javier Ormazabal, ha asegurado que Euskadi sigue siendo un buen lugar para invertir, pero ha advertido de que hay que tener “tener mucho cuidado” porque se ha perdido “perdido una parte del atractivo”.
En una entrevista concedida a El Correo, recogida por Europa Press, Ormazabal reconoce además que la situación puede ser “esperanzadora”, pero no cree que se pueda pensar que la crisis ha terminado tras el impacto de la pandemia de la covid-19.
“Estoy convencido de que vamos a tener que convivir mucho tiempo con grandes incertidumbres. Con la inseguridad en el transporte o en los abastecimientos. Y no me atrevo a aventurar lo que puede suceder en el ámbito de la salud. Por cierto, pese a las voces que se alzaban en los primeros momentos, la empresa ha resultado ser un lugar más seguro que otros en relación al covid”, valora.
Respecto a la llegada de fondos europeos, indica que lo importante no siempre es el volumen de inversión, sino acertar en “aquellas palancas que generen de verdad una transformación”. “Creo que hay que verlo como un proceso a largo plazo. El potencial de los fondos es alto, pero va a ser muy complicado sacarles partido en el corto plazo”, advierte, para añadir que “si la sociedad asume expectativas excesivas se puede generar una decepción a corto plazo”.
Asimismo, valora que Euskadi sigue siendo un lugar atractivo para invertir, pero dice que se tiene que tener “mucho cuidado porque hemos perdido una parte del atractivo”.
“Una decisión de localización se adopta en función de un conjunto de variables. Dos elementos clave son las infraestructuras y la formación de las personas. Y a mí me parece que no cazamos a los líderes y que se acercan nuestros perseguidores. Esto es, que las regiones con más atractivos siguen a la misma distancia y aquellos a los que adelantábamos están ahora más cerca”, resalta.
En esa línea, señala que las decisiones de inversión no responden sólo a las matemáticas, sino también a “cuestiones emocionales” y subraya que “en algunos proyectos, digamos, la receptividad sindical no era precisamente buena”.
“En las negociaciones sindicales lo lógico es que las dos partes, con posiciones más o menos duras, traten de llegar a un acuerdo. Aquí tenemos la sensación de que en muchas ocasiones te sientas con representantes sindicales que no tienen intención de llegar a un acuerdo”, critica.
En relación a pactar rebajas generalizadas de salarios para evitar despidos, Ormazabal sospecha que las plantillas de empresas con problemas sí “están dispuestas a aceptar que se acomode el coste laboral”. “No tengo tan claro que algunos sindicatos estén dispuestos a considerarlo, ni siquiera en el plano teórico. Imagino que será una cuestión de imagen”, expresa.
Por otro lado, destaca en la fiscalidad de las empresas, en el Impuesto de Sociedades, en Euskadi se compite “bien con nuestro entorno, pero en otros aspectos, no”.
“Pasa por ejemplo en la fiscalidad de las personas, que tiene su repercusión en las empresas. La fiscalidad de los directivos, hay que tenerlo en cuenta, también condiciona decisiones de inversión y de dónde prefieren ubicarse. Y ahí no competimos bien”, lamenta.
Por último, no cree que sea algo prioritario en este momento el incremento del SMI y aboga por esperar hasta que exista mayor estabilidad en la economía. Además, advierte que “un retroceso en la reforma laboral no va a hacernos más competitivos”.