La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, espera que finalmente se logre un acuerdo con los agentes sociales para subir el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) este año y ha mostrado su rechazo a establecer distintos salarios mínimos en función del territorio.
“Nos parece que no sería una decisión sabia empezar a discriminar por territorios. Esa sugerencia no la apoyo”, ha señalado la vicepresidenta en una entrevista en Onda Cero, recogida por Europa Press.
Aunque Calviño ha apuntado que existen países que tienen salarios mínimos diferentes por edades o por sectores, la vicepresidenta ha asegurado que esta aproximación “no es la adecuada” en España. “En un país como el nuestro, que tiene divergencias territoriales tan importantes y problemas con el reto demográfico y de despoblación en parte del territorio, nos parece que no sería una decisión sabia empezar a discriminar por territorios”, ha remarcado.
Pese a esto, Calviño ha asegurado que el Gobierno va a seguir trabajando intensamente con los sindicatos y la patronal para que haya acuerdo y ha apuntado que los ciudadanos no entenderían que desde el mundo empresarial no haya “ningún tipo de sensibilidad” con la necesidad de mejorar las condiciones de los trabajadores que tienen los salarios más bajos, sobre todo cuando en septiembre también se tendrá que decidir qué hacer con los Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) y la prestación de los autónomos, cuyos plazos finalizan el 30 de este mes.
“No parece lógico que dentro de tres días empecemos una negociación en la que los representantes empresariales digan que hay que extender las bonificaciones y las prestaciones cuando no haya habido una acuerdo. Esto es muy difícil de explicar”, ha reprochado la ministra.
Calviño ha señalado que agentes sociales y Ejecutivo deben continuar la línea de negociación de “responsabilidad” demostrada durante estos últimos meses, ya que aún quedan muchos temas trascendentes por acordar antes de que acabe el año, como es el caso de la reforma laboral.
La vicepresidenta ha trasladado el compromiso del Gobierno de que a final de la legislatura el SMI alcance el 60% del salario medio, asegurando que las subidas dependerán de cómo avance la economía, de cómo se siga creando empleo y cómo avance el desempleo juvenil.