MADRID, 7 (EUROPA PRESS)
El Boletín Oficial del Estado (BOE) ha publicado este martes la creación de la Comisión Consultiva de Ética de la Agencia Estatal de Administración Tributaria, que tendrá naturaleza asesora y consultiva y estará constituida por un presidente, seis vocales y un secretario.
Entre sus funciones destaca recomendar los lineamentos, políticas y procedimientos que aseguren el cumplimiento e identificación con el Código Ético o efectuar recomendaciones vinculadas a conductas, cuestiones de reputación institucional y posibles conflictos de interés.
Además, deberá alertar ante posibles riesgos reputacionales y emitir opinión acerca de aquellas denuncias respecto de las que, por su especial relevancia para la reputación de la Agencia Tributaria, resulte conveniente valorar desde una perspectiva ética.
Según se explica en la resolución publicada este martes en el Boletín Oficial del Estado, la Comisión Consultiva de Ética tiene un “importante valor estratégico” para promover las buenas prácticas a través de un foro oficial en el que se discutan las cuestiones y dilemas éticos que merezcan una calificación relevante en la Agencia Tributaria.
El Plan Estratégico 2020-2023 de la Agencia Estatal de Administración Tributaria incorpora un capítulo V sobre Infraestructura Ética y Gobernanza en el que manifiesta la voluntad inequívoca de que su actuación debe guiarse por el máximo respeto a un conjunto articulado de valores, entre los que se encuentran la objetividad, la integridad, la responsabilidad y todos aquellos principios que forman parte del código ético que figura en el estatuto del empleado público.
En este sentido, la Comisión Consultiva de Ética está llamada a cumplir un papel relevante en la socialización interna del código de principios y conductas en la Agencia Tributaria, por medio de la elaboración de un catálogo de buenas prácticas de ética, integridad y transparencia, así como de respuestas a aquellas cuestiones que se consideren más relevantes.
“La Comisión Consultiva de Ética constituye, en definitiva, un consejo consultivo y asesor de expertos que aportan su experiencia para la mejora transversal de la organización. Sus decisiones deberán afectar e influir a todos los niveles y conformar una guía clara, transparente y rigurosa sobre cómo actuar en las diferentes situaciones que en relación con la ética institucional puedan plantearse”, se explica en la resolución.