MADRID, 25 (EUROPA PRESS)
La confianza de los empresarios alemanes se ha moderado en agosto ante el repunte de infecciones y el impacto de los cuellos de botella que perturban la reactivación económica, según el índice elaborado por el Instituto de Investigación Económica de Múnich (Ifo), que se ha situado en 99,4 puntos desde los 100,7 del mes anterior, con una fuerte caída de las expectativas.
En este sentido, los empresarios alemanes han mejorado su evaluación de la coyuntura actual, con una lectura del subíndice correspondiente de 101,4 puntos, frente a los 100,4 de julio, su mejor lectura desde mayo de 2019.
Sin embargo, el optimismo de los empresarios germanos se ha frenado ostensiblemente en cuando a las expectativas de cara a los próximos meses, con una valoración de 97,5 puntos desde los 101 del mes anterior, en mínimos desde abril.
“Las preocupaciones están aumentando en los sectores de la hostelería y el turismo en particular. Por el contrario, las empresas valoraron su situación actual como algo mejor que en el mes anterior”, indicó Clemens Fuest, presidente del Ifo.
“Los cuellos de botella en el suministro de productos intermedios en la industria manufacturera y la preocupación por el aumento del número de infecciones están ejerciendo presión sobre la economía”, añadió.
En la industria manufacturera, el clima empresarial empeoró en agosto notablemente ante el deterioro de la evaluación de la situación actual, mientras que las perspectivas para los próximos meses se hundieron claramente, ya que el indicador correspondiente cayó a su nivel más bajo desde noviembre de 2020.
En el caso del sector servicios, el clima empresarial también se redujo en agosto, después de que se desvaneciera el optimismo con respecto al desarrollo futuro. Sin embargo, las empresas aún evalúan su situación actual mucho mejor que en el mes anterior.
El índice de confianza también cayó en el comercio, ya que las empresas se mostraron menos satisfechas con su situación actual y sus expectativas también se volvieron más pesimistas, especialmente en el caso del comercio minorista.
Asimismo, en la construcción se observó una mejora del índice de confianza, ya que las empresas estaban algo más satisfechas con su negocio actual y sus expectativas también eran mucho más brillantes.