El crecimiento de la actividad manufacturera de España frenó su escalada en julio, según el índice de gestores de compra (PMI), que bajó a 59 puntos desde los 60,4 del mes anterior, registrando así su mínima de tres meses, aunque extendió a seis meses consecutivos la expansión del sector, según IHS Markit.
En el mes de julio, la producción y los nuevos pedidos en generalaumentaron a un ritmo más lento en comparación con los picosrecientes, reflejando así los retos en el abastecimiento de insumos y la inflación de precios asociada, con un mayor retraso en las entregas de materias primas y componentes.
Las preocupaciones con respecto a la escasez de oferta y las subidasde precios llevaron tanto a una acumulación defensiva de stockscomo a una caída de la confianza en julio.
Las empresas se mostraron inquietas por los recientes aumentos en las cifras de contagios por la Covid-19 y la posibilidad de que la recuperación económica se enfríe. No obstante, las empresas siguen mostrándose positivas en general respecto de la evolución de sus ventas y producción en los próximos doce meses.
Asimismo, el aumento de las necesidades de producción hizo quelas empresas contrataran más personal en julio, aunque el crecimiento de la contratación fue el más débil de los últimos cuatro meses.
“Los datos de julio volvieron a proporcionar una imagen generalpositiva del crecimiento industrial, y el sector de nuevo se viorespaldado por las fuertes tendencias de la demanda y lareapertura en curso de la economía”, declaró Paul Smith, economista de IHS Markit.
“No obstante, las presiones de los costes y la fuerte escasez deproductos siguen siendo una preocupación genuina para lasempresas. Puesto que también es inquietante observar unaumento de los contagios en todo el mundo, el optimismo sobre el futuro cayó consecuentemente en julio hasta su nivel más bajo en seis meses”, añadió.