La firma de servicios profesionales Aon y la consultora y correduría de seguros Willis Towers Watson han abortado sus planes de fusión, anunciada a principios de marzo de 2020 a través de una operación de casi 30.000 millones de dólares (25.482 millones de euros), ante las trabas legales planteadas por el Departamento de Justicia de Estados Unidos (DoJ).
“Aon y Willis Towers Watson acordaron rescindir su acuerdo de combinación de negocios y finalizar el litigio con el Departamento de Justicia de EE.UU.”, anunciaron las dos firmas en un comunicado.
“A pesar del impulso regulatorio en todo el mundo, incluida la reciente aprobación de nuestra combinación por parte de la Comisión Europea, llegamos a un punto muerto con el Departamento de Justicia de Estados Unidos”, dijo Greg Case, consejero delegado de Aon, para quien la imposibilidad de asegurar una resolución rápida del litigio entablado con el DoJ ha llevado a las compañías hasta este punto.
De su lado, John Haley, consejero delegado de Willis Towers Watson expresó su confianza en el futuro de la firma, así como en su enfoque. “Creemos estar bien posicionados para competir vigorosamente en nuestros negocios en todo el mundo y continuaremos introduciendo importantes innovaciones en el mercado”, añadió.
En relación con la terminación del acuerdo, Aon pagará una indemnización de 1.000 millones de dólares (849 millones de euros) a Willis Towers Watson.
El 9 de marzo de 2020, las firmas anunciaron un acuerdo por el que Aon compraría Willis Towers Watson por 29.861 millones de dólares (25.634 millones de euros). En concreto, cada accionista de Willis Towers Watson habría recibido por cada uno de sus títulos 1,08 acciones de Aon, lo que valoraba en el momento del anuncio sus acciones en 231,99 dólares y suponía una prima del 16,2%.
El pasado 9 de julio, la Comisión Europea aprobó la compra, si bien el visto bueno de Bruselas quedaba condicionado a que Willis Towers Watson cediera una parte importante de su negocio -incluido el que tiene en España– a la agencia Arthur J. Gallagher para evitar así riesgos en el espacio económico europeo.