La inversión privada se redujo casi un 14%, mientras que la pública repuntó casi un 7%
MADRID, 23 (EUROPA PRESS)
La pandemia ha provocado un descenso de la inversión bruta en España del 11,4% durante 2020, hasta situarse en 222.654 millones de euros, lo que la vuelve a colocar en niveles de hace una década, según la actualización del informe ‘El stock de capital en España y sus comunidades autónomas’ de la Fundación BBVA y el Ivie.
La caída registrada en la inversión ha superado incluso la experimentada en el PIB, del 10,8%, y la del empleo, del 4,2%, aunque este último se ha contenido gracias a la protección proporcionada por los ERTE.
Desglosando el dato, la inversión bruta privada, que concentra el 91% del total, se ha desplomado un 14% en 2020, quebrando la trayectoria de recuperación iniciada en 2013; mientras que la pública ha experimentado un incremento del 6,7% en 2020, aunque sigue sin cubrir la depreciación de las dotaciones de capital acumuladas, por lo que la inversión neta se mantiene en negativo desde 2012.
CAÍDA DE LA INVERSIÓN EN SANIDAD
De hecho, los prolongados ajustes de la inversión pública iniciados en 2010 han reducido las dotaciones y equipamientos sanitarios, agravando los problemas de congestión hospitalaria durante la pandemia. Entre 2011 y 2018, la inversión y el capital productivos del sector de la sanidad pública en España han caído un 50,7% y un 10,2%, respectivamente.
El stock de capital público, resultado de las inversiones acumuladas, sufre caídas desde 2011 y ha continuado este retroceso en 2020. En promedio, las dotaciones de capital público totales han descendido un 8,2% desde 2011, según el informe.
El retroceso ha afectado en mayor medida a la inversión en material de transporte, con una caída del 25,1%, seguida de la vivienda, un 18,4%, y la construcción no residencial, un 11,2%, entre la que se incluye la inversión en infraestructuras públicas.
El documento incide en la oportunidad que supone la llegada de los fondos europeos ‘Next Generation’, destinados a paliar los efectos de la Covid-19, para lograr a partir de 2021 niveles de inversión pública que sirvan para cubrir el mantenimiento de las infraestructuras y equipamientos sociales actuales y permitan que la inversión neta vuelva a ser positiva, para ampliar y mejorar las dotaciones.