Tapia pide ampliar los avances a otros aspectos, como el apoyo de los ecoesquemas, el 25% del presupuesto de las ayudas directas
BILBAO, 14 (EUROPA PRESS)
Euskadi ha emplazado al Gobierno central a seguir negociando para alcanzar un acuerdo en el marco de la Política Agraria Común, PAC 2023-2027, antes de fin de año. La consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente Arantza Tapia, ha pedido que los avances en algunas materias se amplíen también a otros aspectos esenciales para el sector agrario y ganadero de Euskadi, como el apoyo de los ecoesquemas, el 25% del presupuesto de las ayudas directas.
Arantxa Tapia, acompañada del viceconsejero de Agricultura, Pesca y Política Alimentaria, Bittor Oroz, ha participado este miércoles en la Conferencia Sectorial que se ha celebrado en Madrid, en la que el ministro de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Luis Planas, ha presentado un documento base para alcanzar un acuerdo con las Comunidades Autónomas para poder elaborar el Plan Estratégico de la Política Agraria Común, (PEPAC) 2023 – 2027.
Euskadi hace una valoración “positiva” de determinados planteamientos del modelo de aplicación propuestos por el MAPA, como son el procedimiento de convergencia suave, la entrada de nuevas hectáreas elegibles sólo a través de la reserva nacional, el volumen fijado de pagos acoplados, o el apoyo al relevo generacional y la mujer agricultora, según han indicado desde el Departamento de Arantxa Tapia.
Sin embargo, estima necesario seguir negociando para llegar a un acuerdo lo antes posible acerca de otros aspectos, como, por ejemplo, la indefinición que existe en la actual propuesta ante cuestiones importantes como el apoyo de los ecoesquemas, que constituyen el 25% del presupuesto de las ayudas directas.
El objetivo del trabajo y la negociación política pendiente es cerrar un Plan Estratégico consensuado para el 31 de diciembre, fecha en el cual la Comisión recibirá los planes estratégicos de la PAC de los Estados Miembros, han precisado desde la Consejería.
Otro de los aspectos que se valora “muy positivamente” desde el Ejecutivo Vasco es el aumento significativo en la dotación económica vinculada a las ayudas acopladas del vacuno de leche, sector que “está sufriendo importantes dificultades en los últimos años”.
En el transcurso de la jornada, ha explicado la Consejería vasca, el Ministerio también ha adquirido el compromiso de continuar avanzando en la singularización y reconocimiento de las peculiaridades del modelo productivo de la cornisa cantábrica. De este modo, el modelo sectorial agroganadero de Euskadi quedaría reflejado de forma clara en el nuevo PEPAC.
“El esfuerzo del Gobierno Vasco se ha centrado en tratar de garantizar la percepción de las ayudas por parte del sector (primer pilar), con objeto de que la actividad agroganadera, actualmente constituida por 7.200 perceptores de ayudas PAC, se adapte al nuevo modelo socioeconómico post-pandemia”, ha explicado Tapia.
Asimismo, ha destacado, Euskadi “siempre ha demostrado una gran capacidad de ejecución de los fondos de desarrollo rural europeos, que se ve favorecida por el acuerdo de que aquellos recursos que no hayan sido ejecutados al finalizar la anualidad N+2, se descomprometerán de manera automática y serán asignadas a las Comunidades Autónomas con mejor grado de ejecución”.
POSTURA DE EUSKADI EN LA NEGOCIACIÓN
Euskadi se opuso a un único Plan Estratégico estatal, defendiendo la conveniencia de planes estratégicos regionales, tanto por “coherencia con la legitimidad constitucional y competencial del Estado, como por el propio espíritu de la reforma que apostaba y apuesta por una aplicación más subsidiaria de sus instrumentos de apoyo”. Desde el Gobierno Vasco, los planteamientos defendidos en los últimos meses con el fin de apoyar los intereses de los agricultores de Euskadi han sido las ayudas directas y ayudas para el desarrollo rural.
Así, desde Euskadi se ha apostado por un beneficiario de la PAC o agricultor “genuino” que permitiese una reasignación de las ayudas hacia los agricultores verdaderamente profesionales y una redistribución de los apoyos mucho más orientada hacia la agricultura familiar. Euskadi ha defendido una PAC dirigida a quienes en mayor medida viven de sus ingresos agrarios.
También ha apostado por el mantenimiento de pagos acoplados, ayudas a sectores más sensibles tales como el lácteo, cárnico, etc., al máximo nivel de ayuda permitido por la Comisión, sin la inclusión de nuevos subsectores en la distribución de estos, dado el papel y peso que juegan estos pagos para los agricultores en Euskadi, el 21% de las ayudas directas recibidas, y por ende en el de toda la Cornisa Cantábrica.
También ha defendido la puesta en marcha de ecoesquemas que posibiliten su acceso a todos los agricultores, que sean remuneradores, ya que los ecoesquemas representan el 25% de las ayudas directas, y que sean de fácil gestión y control.
En cuanto a las ayudas para el desarrollo rural, desde Euskadi se ha planteado una dotación de fondos FEADER mucho más acorde con las necesidades del medio rural de Euskadi y capacidad de ejecución, superior a los 87,1 millones actuales para el próximo periodo financiero 2021-2027.