Elaborará un código de buenas prácticas para inversores institucionales y gestores que fomente la implicación a largo plazo de los accionistas
MADRID, 5 (EUROPA PRESS)
El presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Rodrigo Buenaventura, ha advertido de que se está creando alrededor de los consejeros “una expectativa de superhombres y supermujeres” sobre la que es necesaria una reflexión que permita discernir entre qué expectativas son razonables y cuáles responden a “una pretensión utópica de la realidad”.
Durante su intervención en el Foro Anual del Consejero organizado por KPMG, el presidente de la CNMV ha valorado que el consejero conforma la espina dorsal del gobierno corporativo societario, haciendo de puente entre los propietarios y los empleados y directivos, para orientar y garantizar la misión de la empresa, por lo que desempeña una de las funciones “más relevantes” en el mundo empresarial.
Buenaventura ha resaltado que, a la vez que relevante, la profesión de consejero exige cada vez mayor responsabilidad y exigencia y se le demanda tener conocimientos de estrategia, finanzas, contabilidad, derecho societario, control, riesgos financieros y no financieros y sostenibilidad.
En este sentido, el presidente de la CNMV ha advertido de que se está creando una expectativa de “superhombres y supermujeres” que lideren, controlen, gestionen e inspiren organizaciones “que son ya de por sí extremadamente complejas”.
“En este punto debemos probablemente reflexionar sobre cuáles son las expectativas razonables y cuáles responden a una pretensión idealista y en cierto modo utópica de la realidad, que no es necesariamente el estándar a seguir. Buscar ese equilibrio es, sin duda, una tarea relevante, en la cual los supervisores no somos ni mucho menos los puntos clave de la reflexión, que les toca sobre todo a ustedes”, ha apostillado ante un público integrado por consejeros.
MÁS MUJERES DIRECTIVAS
Durante su intervención, Buenaventura se ha referido a la tendencia de incorporar mujeres a los consejos de las sociedades en los últimos años, pasando la presencia femenina en los consejos del 10,4% en 2012 al 26% en 2020 (31,3% entre las empresas del Ibex 35). “Nos acercamos de forma sostenida, pero muy gradual, hacia la paridad”, ha valorado.
El presidente de la CNMV ha lamentado que la foto es menos positiva en el caso de la alta dirección (solo un 17%) y todavía peor al analizar el porcentaje de consejeras ejecutivas, pues solo hay una por cada 19 hombres. “No se ha avanzado suficiente en este ámbito y es un punto esencial, en la medida en que la alta dirección se constituye como el auténtico semillero natural de los futuros consejeros ejecutivos”, ha asegurado.
Sobre la conveniencia de establecer un sistema de cuotas para acelerar la presencia de mujeres en los consejos de administración, Buenaventura ha señalado que, si bien el ritmo de avance parece demasiado lento al analizar la evolución año a año, la perspectiva es más positiva si se comparan los valores actuales con los de hace una década. “Si el objetivo del 40% de mujeres consejeras en 2022 se alcanzase, habríamos pasado de un 10% en 2012 al 40% en 2022, lo cual creo que sería un avance muy sustancial”, ha afirmado.
LA IMPORTANCIA EN LA REMUNERACIÓN DE LOS CONSEJEROS
Por otro lado, el presidente de la CNMV ha incidido en que la remuneración del consejo es “uno de los instrumentos esenciales para garantizar que los intereses de las sociedades estén adecuadamente alineados con los de sus administradores”, por lo que considera importante que la política de remuneraciones se determine de forma adecuada por los órganos competentes de la sociedad y que los accionistas tengan la posibilidad de votar y expresar su opinión respecto a ella.
“Remunerar adecuadamente a los consejeros es clave para asegurar la independencia de criterios, generar incentivos adecuados, evitar conflictos de interés y atraer y retener el talento necesario”, ha resaltado.
Buenaventura ha apuntado que, en la medida en que la retribución variable debe ir alineada con el cumplimiento de los objetivos de la compañía a largo plazo, muchas cotizadas están incorporando elementos relacionados con la sostenibilidad o la gobernanza en sus políticas de remuneración.
“Por tanto, el paso lógico es incorporar de manera adecuada esos factores en los elementos que determinan la remuneración variable. Algunas compañías lo han hecho ya y probablemente será una tendencia que observemos en ciertos sectores, por ejemplo los que mayor esfuerzo tienen que realizar para mejorar sus dimensiones ESG”, ha reflexionado Buenaventura, quien ha citado que algunas compañías energéticas han ligado la remuneración variable de sus directivos a objetivos de descarbonización o reputacionales, lo que puede generar “una tendencia creciente e interesante en los próximos años”.
CÓDIGO PARA PROMOVER LA IMPLICACIÓN A LARGO PLAZO DE LOS ACCIONISTAS
El presidente de la CNMV ha resaltado que su plan de actividades introdujo el objetivo de valorar la conveniencia de elaborar un código de buenas prácticas de los inversores institucionales y gestores de activos para incentivar la implicación a largo plazo de los accionistas y que la asignación, supervisión y gestión responsable del capital de los inversores institucionales genere valor a largo plazo para los inversores y beneficios sostenibles para la economía, el medio ambiente y la sociedad en general.
Según ha defendido, los inversores institucionales y los gestores tienen una responsabilidad fiduciaria con sus clientes, accionistas, partícipes y beneficiarios, por lo que deben implicarse en el gobierno corporativo de las sociedades cotizadas en las que invierten.
La CNMV ha convenido impulsar este código en diálogo con las partes implicadas, analizando los códigos internacionales más representativos, como el británico y el japonés, así como el de las asociaciones Efama y ICGN, y está formando un grupo consultivo de expertos que permita dar voz a los principales implicados a partir de un primer borrador elaborado por la CNMV, ha explicado.
Según ha avanzado Buenaventura, el objetivo de la CNMV es disponer de un documento consensuado que pudiera exponerse en consulta pública antes de finales de este año.
“Este código nos debe permitir crear un mercado más eficiente y contribuir al crecimiento financiero y no financiero a largo plazo de las cotizadas. Todo ello ha de redundar en el beneficio de los accionistas minoritarios y en el mercado de valores en general”, ha señalado.