MADRID, 5 (EUROPA PRESS)
Nueva York, París y Londres son las ciudades mejor preparadas para la transición al trabajo híbrido, con el que se combinan las modalidades presencial y a distancia, según un informe realizado por Savills.
La consultora inmobiliaria ha analizado diferentes empleadores y trabajadores para determinar qué ciudades pueden tener una transición más rápida al trabajo híbrido después del Covid-19.
Según Savills, desde la perspectiva de la presencialidad en oficinas, Nueva York, París, Londres, Berlín y Frankfurt pueden prepararse para una transición más rápida al trabajo híbrido por los costes comparativamente altos de las oficinas, las prácticas de trabajo flexibles y los confinamientos prolongados.
Por otro lado, Mumbai, Shanghai y Ho Chi Minh City son las ciudades que tendrán una transición hacia el trabajo híbrido más lenta debido a su poca flexibilidad laboral, según el informe.
Desde la perspectiva de los trabajadores, la consultora señala a la ciudad de Los Ángeles como la que presenta condiciones muy propicias para implementar el trabajo híbrido, como el tamaño de las viviendas y la distancia entre los hogares y el lugar de trabajo. Además, aunque el coste de las oficinas es menor que en otras ciudades, los alquileres de larga duración y una economía diversificada incentivan a los empleadores a reducir la presencialidad en oficinas.
Asimismo, Savills ve probable que ciudades más pequeñas como Lyon y Ámsterdam sufran un cambio más lento hacia el trabajo híbrido, dado que los desplazamientos al lugar de trabajo son más cortos y el coste de las oficinas es menor.
“La transición al trabajo híbrido es el mayor desafío al que se enfrentarán los trabajadores en los próximos cinco años. Incluso para aquellos que residen en ciudades donde el cambio sucederá más lentamente, es probable que sea algo a lo que tendrán que enfrentarse”, ha destacado el director de EMEA servicios para arrendatarios de Savills, Jeremy Bates.
Por su parte, Paul Tostevin, director de Savills World Research, ha afirmado que aunque en lugares como París, Londres, Berlín, Frankfurt y Nueva York se dará una transición al trabajo híbrido de forma más rápida, la duración de los alquileres, la baja velocidad de banda ancha doméstica y, en algunos casos, el tamaño reducido de los hogares, “pueden propiciar que los propios empleados presionen para regresar a la oficina”.
En las ciudades asiáticas, que experimentaron confinamientos más cortos y regresaron directamente al trabajo de oficina a tiempo completo, la transición al trabajo híbrido se desarrollará más lentamente. El reducido tamaño de las viviendas de los trabajadores de estas ciudades también ha propiciado la presencialidad en las oficinas.