MADRID, 26 (EUROPA PRESS)
La brasileña Vale espera recibir una financiación de 282,9 millones de dólares (unos 260 millones de euros) por parte del Gobierno de Estados Unidos para que su filial en el país desarrolle una innovadora unidad industrial de briquetas de mineral de hierro, la primera en el mundo en aplicar el proceso patentado de aglomeración en frío de briquetas a la vía de reducción directa.
Así lo ha manifestado la compañía después de que el Departamento de Energía del Gobierno de los Estados Unidos haya anunciado que Vale USA ha sido seleccionada para iniciar negociaciones para la provisión de financiación bajo la Ley Bipartidista de Infraestructura y la Ley de Reducción de la Inflación, como parte del Programa de Manifestaciones Industriales.
El proyecto de Vale fue seleccionado a través de un mecanismo centrado en fomentar tecnologías innovadoras que puedan ofrecer soluciones a escala comercial para proporcionar reducciones significativas de emisiones en sectores difíciles de reducir.
Anunciada por Vale en 2021, después de casi 20 años de desarrollo en el Centro Tecnológico de Vale en Minas Gerais, la briqueta se produce a partir de la aglomeración a baja temperatura de mineral de hierro de alta calidad, utilizando una solución tecnológica de aglutinantes que confieren al producto una alta calidad final.
La selección por parte del Departamento de Energía de los Estados Unidos representa un paso crítico hacia la validación de la tecnología patentada de aglomeración en frío de Vale y su potencial para ofrecer una solución transformadora para descarbonizar el sector siderúrgico.
“Destaca el liderazgo de Vale y Brasil en el desarrollo de soluciones de descarbonización para el sector siderúrgico mundial”, ha querido destacar la compañía tras conocerse la noticia.
La briqueta de mineral de hierro contribuye al cumplimiento del compromiso de Vale de reducir el 15% de sus emisiones netas de alcance 3 para 2035. La compañía también busca reducir sus emisiones absolutas de alcance 1 y 2 en un 33% para 2030 y alcanzar la neutralidad para 2050, en línea con el Acuerdo de París.