El ministro francés de Economía asume que tendrán que hacer “esfuerzos adicionales” para cumplir las metas del Gobierno
MADRID, 26 (EUROPA PRESS)
El déficit presupuestario de Francia, la segunda mayor economía de la zona euro, alcanzó en 2023 los 154.000 millones de euros, lo que representa al 5,5% del producto interior bruto (PIB), tras el 4,8% en 2022 y el 6,6% en 2021, según ha informado el Instituto Nacional de Estadística y Estudios Económicos (Insee).
De este modo, el dato de déficit correspondiente al año pasado superó ampliamente la previsión del Gobierno francés, que había proyectado un desequilibrio negativo de las finanzas públicas del 4,9%.
En este sentido, el ministro galo de Economía, Bruno Le Maire, reconocía este martes en la emisora RTL que “estos no son los objetivos”. “Teníamos una meta de déficit del 4,9% y no se alcanzó, por lo que debemos sacar las consecuencias”, ha indicado.
En este sentido, el ministro francés ha defendido que, si bien el país logró en 2023 un crecimiento del PIB en línea con lo previsto, al registrar una expansión del 0,9%, frente a la expectativa del 1%, “a pesar de este buen crecimiento nos diferenciamos de otros países de la zona euro porque tuvimos unos ingresos fiscales muy inferiores a los esperados”.
De tal modo, según Insee los ingresos se desaceleraron significativamente en 2023, cuando crecieron un 2%, después del incremento del 7,4% registrado en 2022, mientras que el aumento de los gastos se moderó al 3,7% desde el 4% del año anterior.
“En 2023, los ingresos del Gobierno se vieron obstaculizados por la desaceleración de la actividad económica, las nuevas medidas de reducción de impuestos y una disminución de las transferencias recibidas”, explica Insee.
En concreto, la recaudación de impuestos aumentó un 0,3%, después del alza del 7,9% de 2022, con una desaceleración de los ingresos por IVA al 2,8% desde el 7,6% de un año antes, mientras que la recaudación por tasas de registro de transacciones inmobiliarias cayó un 22,2%.
En proporción al PIB, los ingresos públicos representaron el 51,9% desde el 54% de 2022, mientras que los gastos disminuyeron al 57,3%, frente al 58,8% del año anterior.
De su lado, la deuda pública alcanzó en 2023 el 110,6% del PIB, frente al 111,9% a finales de 2022, cuando en 2019 ascendió al 97,9%.
“No hubo más gasto público del que habíamos dicho, hubo menos ingresos de los esperados”, ha subrayado Le Maire, quien ha apuntado también al impacto de una corrección de la inflación más rápida de lo previsto, lo que significa “menos ingresos por IVA, menos ingresos por nómina, por lo tanto menos ingresos también sobre la nómina, menos impuestos sobre la renta y menos impuestos corporativos”.
En este sentido, el ministro galo ha afirmado que “Francia se encuentra en una encrucijada” en la que se puede tomar el camino fácil, dejando que el déficit y la deuda se escapen, lo que resultará en una rebaja de la calificación de Francia.
“O elegimos lo que yo llamo el camino francés, que es el camino del coraje”, ha señalado en referencia al camino de consolidación planteado por el Gobierno para devolver el déficit por debajo del 3% para 2027.
“Mantengo el objetivo de volver a situar el déficit público por debajo del 3% en 2027. Esto requerirá esfuerzos adicionales”, ha admitido el ministro galo.
Sobre esta senda de ajuste, ha defendido que el Ejecutivo francés ha mostrado “una reacción inmediata” al observar a finales de 2023 que los ingresos eran menos buenos y se anticipó un recorte del gasto público de 8.000 millones al que a principios de 2024 siguió un plan de ahorro de 10.000 millones.
“La máquina se enfrió inmediatamente. En total, el Estado ahorró 18.000 millones de euros en 6 meses”, ha afirmado Le Maire, subrayando que “este es un primer paso”, aunque ha reiterado su oposición a explorar subidas de impuestos para impulsar el saneamiento de las cuentas públicas.
“Esta es mi convicción y esta es mi posición, totalmente opuesto a cualquier aumento de impuestos a nuestros compatriotas, que ya pagan una cantidad altísima de impuestos”, ha apostillado.