MADRID, 12 (EUROPA PRESS)
El Banco de España calcula que España tendrá que acometer un plan de consolidación fiscal para cumplir con las nuevas reglas europeas, que podría ir desde los 0,4 a los 0,6 puntos porcentuales por año, dependiendo de si se elabora a cuatro o a siete años vista.
“Es un ajuste que va a tener que hacer la economía española a partir de 2025”, ha aclarado el director general de Economía y Estadística del Banco de España, Ángel Gavilán, en la presentación del informe trimestral que elabora el organismo sobre la economía española.
El Banco de España ha insistido en que el cumplimiento de dichas reglas requerirá el diseño y la implementación de un plan de consolidación fiscal a medio plazo que permita una corrección del déficit público estructural más acusada que la contemplada en estas proyecciones.
Si bien el impacto económico de dicho plan de ajuste es incierto –y dependerá críticamente de cómo se diseñe–, su implementación acarrearía, previsiblemente, un menor grado de dinamismo de la actividad a lo largo de los próximos años respecto a lo contemplado actualmente.
Según ha recordado Gavilán, las anteriores reglas fiscales –suspendidas en 2020 por la pandemia– ya contemplaban, en caso de déficit excesivo, un ajuste fiscal de 0,5 puntos porcentuales. Pese a que las nuevas reglas se abordaron, en un principio, con vocación de reducir su complejidad , esto “no se ha logrado”, según el director general del Banco de España.
La trayectoria de referencia de las nuevas reglas fiscales indica cómo los Estados miembro pueden garantizar que al final de un período de ajuste fiscal de cuatro años, la deuda pública esté en una trayectoria descendente plausible o se mantenga en niveles prudentes a medio plazo.
No obstante, las nuevas normas buscan fomentar las reformas estructurales y las inversiones públicas para la sostenibilidad y el crecimiento, por lo que los Estados miembro podrán solicitar una extensión del período de ajuste fiscal de cuatro años a un máximo de siete años, si llevan a cabo ciertas reformas e inversiones que mejoren la resiliencia y el potencial de crecimiento y apoyen la sostenibilidad fiscal y aborden las prioridades comunes de la UE.
Estos incluyen lograr una transición justa, ecológica y digital, garantizar la seguridad energética, fortalecer la resiliencia social y económica y, cuando sea necesario, desarrollar capacidades de defensa.
PREVISIONES DEL BANCO DE ESPAÑA DE DEUDA Y DÉFICIT
En sus nuevas proyecciones, el Banco de España empeora sus estimaciones sobre el déficit para 2024 y lo sitúa en el 3,5%, una décima más respecto a la anterior proyección y medio punto por encima frente a las proyecciones del Gobierno (3%).
Para 2025 y 2026, el organismo recorta una décima la proyección de déficit, al 3,5%, por lo que, sin un plan de ajuste, España no lograría cumplir con el 3% exigido por Bruselas.
En cuanto a las previsiones de deuda sobre el PIB, las estimaciones del Banco de España apuntan hacia una senda ascendente entre 2024 y 2026, pese a la moderación observada desde el pico provocado por la pandemia.
En concreto, para 2024 las proyecciones son del 106,5%, peores respecto al 106,3% anterior; del 107,2% en 2025 (igual a la anterior previsión) y del 108,4% en 2026 (también idéntica a la pasada estimación).