BRUSELAS, 19 (EUROPA PRESS)
Los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea se reúnen por videoconferencia este miércoles en una cita llamada a acordar la reforma de las reglas fiscales de la UE que, tras cuatro años congeladas por la pandemia, volverán a limitar la deuda y el déficit de los Estados miembro.
La presidencia española del Consejo mantiene su optimismo de cara a cerrar el pacto en un nuevo formato telemático que no gusta a todos los países y que ha recibido críticas de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, quien considera que es “mucho más útil negociar en persona”.
Fuentes europeas aseguran que quedan dos áreas abiertas para la discusión entre ministros, en una agenda reducida al máximo para fomentar las opciones de éxito. El debate se centrará en la velocidad a la que los países tienen que converger con la salvaguarda del déficit y la desviación máxima permitida de los objetivos anuales de gasto neto. Calibrando estos dos elementos, sobre las que todavía no hay cifras cerradas, es como la UE espera cerrar el acuerdo político a Veintisiete.
La reunión está precedida por una cena entre el ministro francés de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire, y su homólogo de Finanzas alemán, Christian Lindner, que han avanzado su optimismo de lograr un consenso entre París y Berlín sobre las nuevas normas presupuestarias que puedan mañana suscribir el resto de Estados miembros, insistiendo en que el pacto debe hacer hincapié en que la deuda y el déficit se reduzcan.
Los ministros europeos ya aseguraron tras meses de negociación que el acuerdo estaba “cerca” tras su reunión del pasado 8 de diciembre, que culminó sin consenso a pesar de que los debates se demoraron unas 8 horas, hasta las 3 de la madrugada.
La propuesta que hay sobre la mesa incluye una reducción anual del 1% del PIB para los países con una deuda por encima del 90%, como es el caso de España, mientras que plantea un ajuste del 0,5% anual para los Estados miembro con una deuda entre el 60% y el 90%.
También introduce un ‘colchón fiscal’ para los países con bajo déficit, pero una deuda superior al 90%, a los que pedirá reducir el déficit para tener un margen del 1,5% por debajo del límite del 3% para tener espacio para responder a posibles ‘shocks’ económicos, y permitiendo a los Estados miembros con una deuda inferior al 90% del PIB una reducción del déficit menor, hasta un colchón del 2%.
Por otro lado, se pedirá a los países que superen el valor de referencia del 3% de déficit, a los que se abrirá un procedimiento de déficit excesivo (EDP, por sus siglas en inglés), una senda de gasto neto corrector “coherente” con un ajuste estructural mínimo de, al menos, el 0,5% del PIB.