BRUSELAS, 13 (EUROPA PRESS)
La Unión Europea y Chile han sellado formalmente este miércoles la modernización del acuerdo comercial que les une desde hace 20 años y que ha sido revisado no sólo para aumentar el acceso a sus respectivos mercados, sino también con el foco puesto en estrechar lazos ante nuevos retos como la lucha contra el cambio climático o la diversificación energética para que los 27 rompan con su dependencia de China.
“Este acuerdo de nueva generación desbloquea todo un nuevo nivel de oportunidades. Es un nuevo comienzo con viejos amigos”, ha celebrado el vicepresidente económico de la Comisión Europea y responsable de Comercio, Valdis Dombrovskis, tras asistir en un “día histórico”.
Aunque el acuerdo político para modernizar las relaciones fue anunciado hace ya un año, el pacto comercial se ha firmado ahora en Bruselas, una vez cumplidos los procesos de ratificación, en una ceremonia a la que junto a Dombrovskis han asistido el ministro de Asuntos Exteriores chileno, Alberto van Klaveren Stork, y el Alto Representante de Política Exterior de la UE, Joseo Borrell.
También estaban presentes en representación de la presidencia de turno del Consejo de la UE, la vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, y el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares.
En el momento del acuerdo político, la Unión Europea explicó que el 99% de sus exportaciones quedarán libres de aranceles, lo que estima que supondrá aumentar sus exportaciones hasta los 4.500 millones de euros.
El bloque tendrá también un mejor acceso a materias primas y combustibles limpios, como el litio, el cobre y el hidrógeno, un elemento clave del pacto para la transición ecológica con la que está comprometida la UE.
También se retirarán barreras en sectores como el del transporte, las telecomunicaciones, el transporte marítimo y los servicios financieros; al tiempo que se garantiza el mismo trato para los inversores de una y otra región.
Además hay un capítulo dedicado a las pequeñas y medianas empresas para contribuir a garantizar que las empresas más pequeñas se beneficien plenamente del acuerdo, en particular mediante la reducción de la burocracia.
Una vez firmado el acuerdo queda aún pendiente su ratificación por parte del Parlamento Europeo, de los países de la UE y de Chile para que pueda ser concluido formalmente y entrar en vigor, si bien algunas disposiciones podrán aplicarse provisionalmente sin esperar al último paso en la Eurocámara.