El BCE está en posición de observar el impacto de la “munición” desplegada para determinar futuras decisiones
MADRID, 24 (EUROPA PRESS)
La lucha contra la inflación en la zona euro aún no ha terminado, a pesar del progreso demostrado en los datos más recientes sobre la evolución de los precios en la región, según ha subrayado la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, quien ha asegurado que la entidad “ganará esta batalla”.
“La batalla no ha terminado y ciertamente no estamos cantando victoria”, ha reconocido la francesa en un coloquio organizado por el Bundesbank en Fráncfort, aunque ha destacado que la desaceleración de la tasa de inflación, que ha bajado al 2,9% en octubre, frente al 10,6% de un año antes, “es un progreso”.
En este sentido, la presidenta del BCE ha defendido la actuación del instituto emisor, que ha desplegado “mucha munición”, con una subida de 450 puntos básicos de las tasas, hasta alcanzar un nivel desde donde puede observar la evolución de distintos componentes, incluyendo salarios y acontecimientos geopolíticos, además de la forma en que las municiones del banco central “están impactando la vida económica”, para decidir cuánto tiempo permanecer allí y qué decisiones tomar hacia arriba o hacia abajo.
Por otro lado, la francesa ha defendido que la unión monetaria representa en su opinión “la unión más lograda” en Europa, aunque ha recordado que faltan piezas “que están a medio hacer o no están terminadas en absoluto”.
En este sentido, ha señalado la necesidad de completar la unión bancaria, que ya ha recorrido dos tercios del camino, pero aún no se ha completado, mientras que tampoco se ha culminado una unión del mercado de capitales, que permita a las empresas europeas levantar financiación sin tener que ir a los Estados Unidos, Londres o Hong Kong.
“No tenemos eso. Tenemos grandes mercados dispersos, pero demasiado pequeños, demasiado fragmentados y diferentes”, ha lamentado.
CAPACIDAD FISCAL.
Asimismo, Lagarde ha defendido que mientras que el banco central está a cargo de la política monetaria, “no debería tener un papel fiscal”, ya que ese es un ámbito para los ministros de Finanzas.
“Tal vez llegue el día en que un ministro de Finanzas o un grupo de ministros de Finanzas decidan colectivamente una política fiscal para la zona del euro (…), pero esto no nos corresponde a nosotros, al Banco Central Europeo ni a ninguno de los bancos centrales decidirlo. Es de los gobiernos, no es nuestra responsabilidad”, ha apostillado.
Por otro lado, cuestionada sobre la decisión del Constitucional alemán, Lagarde ha evitado hacer valoraciones al respecto, aunque ha reconocido que el banco central en sus proyecciones debe anticipar el espacio fiscal de los países, qué políticas implementarán y cuál será el resultado económico probable, “para entender qué crecimiento habrá y qué inflación es probable que resulte de las circunstancias económicas”.
“Espero que se encuentren soluciones. Alemania es el miembro más grande de Europa, el país más grande de la zona del euro. Así que espero que veamos una solución en breve”, ha apuntado.
Asimismo, a nivel general, Lagarde ha reiterado la importancia de que los Estados se pongan de acuerdo sobre la gobernanza fiscal y ha expresado su confianza en que haya una solución antes de fin de año, de modo que se conozca el marco en el que decidirán sus políticas.