MADRID, 2 (EUROPA PRESS)
BBVA se ha convertido en el primer banco español en sumarse a la Alianza para la Contabilidad del Carbono en la Industria Financiera (PCAF, por sus siglas en inglés), una iniciativa que nació en 2019 con el objetivo de establecer una metodología internacional para medir y divulgar las emisiones de gases de efecto invernadero financiadas por los bancos e inversores.
Según ha destacado en un comunicado, BBVA refuerza su compromiso para reducir los riesgos del cambio climático al adherirse a esta alianza de instituciones financieras que colaboran para desarrollar e implementar un enfoque global y armonizado que mida y divulgue las emisiones asociadas con sus préstamos e inversiones.
PCAF está formada por más de 120 bancos e inversores de cinco continentes y se está expandiendo rápidamente en Norteamérica, América Latina, Europa, África, y Asia-Pacífico. Los activos financieros totales de todos sus miembros suman más de 39 billones de dólares.
La medición de las emisiones financiadas usando el estándar de PCAF es “un paso clave para que las entidades financieras puedan evaluar los riesgos de transición asociados al cambio climático, fijar objetivos alineados con el Acuerdo de París y desarrollar estrategias efectivas para descarbonizar la economía”, ha asegurado BBVA.
El responsable de la Global de Sostenibilidad de BBVA, Ricardo Laiseca, ha explicado que sumarse a la alianza es “muy importante para construir una metodología que apoye los esfuerzos de las entidades financieras globales para identificar y medir los riesgos del cambio climático”.
De su lado, el director ejecutivo de PCAF, Giel Linthorst, ha celebrado que medir las emisiones financiadas mediante dicha metodología será “un paso fundamental para que BBVA logre su objetivo de cero emisiones netas para 2050”.
BBVA ha señalado que, a medida que la industria financiera mundial se adapta a los efectos del impacto del cambio climático, los accionistas, reguladores, inversores y partes interesadas demandan un papel más proactivo en el apoyo de soluciones junto a los gobiernos y la sociedad civil.
En este sentido, asegura que las entidades financieras “tienen una gran oportunidad”, ya que es necesaria una elevada financiación de capital destinada a esa transición hacia una economía baja en carbono.