Si se interrumpe el suministro en el estrecho de Ormuz “podría perforar la cota de los 120 a 150 dólares”
SEVILLA, 19 (EUROPA PRESS)
El precio del barril de petróleo brent oscilará entre los 85 y 95 dólares a corto plazo, concretamente hasta fin de año, aunque quedará sujeto a “una alta volatilidad que pueda provocar salidas puntuales de esta horquilla”.
Estas previsiones se deben a la posible implicación de Irán en el conflicto entre Israel y Palestina, a lo que se suman los futuros movimientos que puedan tomar la OPEP+ y Arabia Saudí en reacción a este suceso y los continuos reajustes en la economía de Estados Unidos, según han apuntado los expertos de la consultora energética Tempos Energía.
Para el director general de Tempos Energía, Antonio Aceituno, el reciente ataque del grupo islamista palestino Hamas a Israel representa uno de los riesgos geopolíticos “más importantes para el mercado del crudo desde la guerra de Ucrania”.
A diferencia de Rusia, Israel tiene una producción energética muy modesta, pero en este caso existe el riesgo de que la guerra se extienda a los principales productores de energía de Medio Oriente y pueda afectar a los flujos de petróleo y gas, los cuales representan una tercera y quinta parte del comercio mundial.
SANCIONES DE ESTADOS UNIDOS
No obstante, el experto ha explicado que la reacción de los mercados ha sido “modesta”, situándose el nuevo precio del crudo por debajo del reciente máximo de 97,69 dólares el barril. “Una subida que encuentra también una de sus causas en la medida de Estados Unidos de imponer las primeras sanciones a los propietarios de los petroleros que transportan petróleo ruso con un coste superior al precio máximo de 60 dólares fijado por el propio G7”, ha señalado Aceituno.
Asimismo, el director general de Tempos Energía ha añadido, como otro de los motivos de la tímida subida del brent, que el consumo de gasolina en el país norteamericano sigue rondando mínimos de 2008, lo que hace que los futuros se establezcan en el nivel más bajo desde diciembre de 2022, provocando así un claro contrapeso a la subida de precios.
La consultora energética también ha situado el foco de su análisis en Irán, cuyos flujos están aumentando y se han convertido en la segunda mayor fuente de suministro adicional al mercado marítimo mundial este año, mientras que sus exportaciones aumentaron de 1,35 millares de barriles diarios en abril a un máximo de 1,79 millones en agosto, la mayor cantidad alcanzada desde noviembre de 2019.
“Por ello, unas sanciones más estrictas de Estados Unidos a Teherán amenazarían los suministros de crudo y provocarían una subida de los precios de la energía tanto a nivel mundial como nacional, algo que posiblemente el presidente Joe Biden esté dispuesto a evitar antes de las elecciones de 2024”, ha indicado Aceituno.
Con todo lo anterior, desde la consultora energética nacional han querido ser prudentes, debido a que, en lo respectivo al principal ‘player’ de la ecuación, Irán, “no hay pruebas, ni evidencias contundentes, de su participación en el ataque de Hamas contra Israel, lo que temporalmente alivia las preocupaciones de que Estados Unidos endurezca las sanciones contra el país”.
Además, han expuesto que los mercados están mejor equipados que con respecto a otras crisis anteriores. “Por ejemplo, Arabia Saudí y sus aliados de la OPEP+ cuentan, teniendo en cuenta los recortes que están implementando, con una capacidad excedente de cuatro millares de barriles diarios, alrededor del 4 por ciento del suministro mundial”, han indicado.
En esta línea, Aceituno ha apuntado a que lo más probable es que las hostilidades queden confinadas en gran medida a Gaza e Israel, las cuales podrían extenderse a Líbano y Siria, lo cual va a provocar volatilidades en los precios y, en el peor de los casos, se contemplaría una interrupción en el Estrecho de Ormuz, una acción que perjudicaría seriamente a los aliados de Irán.
“Si lo anterior se llegara a producir, el brent tendría herramientas suficientes para perforar la cota de los 120 o incluso 150 dólares por barril, aunque rápidamente comenzaría a dañarse la economía global”, ha apuntado Aceituno, quien ha advertido que provocaría una inflación más elevada, empujando así a la Reserva Federal hacia un ajuste monetario más estricto y a un consecuente descenso del brent por debajo de la cota de los 95 dólares por barril.