MADRID, 19 (EUROPA PRESS)
Iberdrola ha finalizado la instalación de la primera turbina del parque eólico marino ‘Vineyard Wind 1’, el primer proyecto a gran escala de esta tecnología en Estados Unidos.
‘Vineyard Wind 1’, que comenzó a construirse en 2021 y que previsiblemente entrará en operación en 2024, supondrá una inversión de 3.000 millones de dólares (unos 2.843 millones de euros), garantizados mediante contratos con las tres principales empresas eléctricas del estado.
En concreto, cada turbina permite proporcionar energía a más de 6.000 hogares y empresas. Formadas por una torre, tres palas y una góndola, cuentan con una capacidad nominal de 13 megavatios (MW) lo que la convierte en la turbina más grande del mundo. Además, las piezas de transición de las turbinas han sido fabricadas en Avilés por la asturiana Windar Renovables.
El consejero delegado de la filial estadounidense de la energética – Avangrid-, Pedro Azagra, consideró este hito un “logro monumental y un día de orgullo para la energía eólica marina en Estados Unidos, que demuestra que esta industria es real y el firme compromiso de Iberdrola por ayudar a la región noreste a cumplir sus objetivos climáticos y de energía limpia”.
Asimismo, subrayó que la instalación de la primera turbina es un hito para este proyecto pionero en la nación y para la industria, pero destacó que la compañía sigue enfocada “en el importante trabajo que tiene por delante para continuar con la exitosa campaña de instalación de estas enormes turbinas y para entregar la primera energía a los hogares y empresas de Massachusetts este mismo año”.
Una vez que el proyecto, ubicado a unos 24 kilómetros al sur de Martha’s Vineyard y a unos 55 kilómetros al sur de la península de Cape Cod, complete su construcción y entre en operación, contará con una potencia de 800 MW, que producirán energía limpia suficiente para cubrir las necesidades energéticas de más de 400.000 hogares y empresas de toda la mancomunidad de Massachusetts.
El proyecto, además, evitará la emisión de más de 1,6 millones de toneladas anuales de CO2, el equivalente a retirar 325.000 vehículos de las carreteras.