MADRID, 16 (EUROPA PRESS)
Los sectores de energía, construcción e inmobiliario son los que más invierten en descarbonizar sus actividades y lograr un modelo de negocio con bajas emisiones de carbono, según el ‘Informe sobre los desgloses relativos a la Taxonomía Europea. Ejercicio 2022’ que ha publicado la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
En concreto, estos sectores tienen las ratios de inversión en activos fijos (CapEx) más altas de alineamiento con la taxonomía climática de la Unión Europea.
La CNMV explica que las actividades económicas que desarrollan las empresas y que están relacionadas con la mitigación o adaptación del cambio climático pueden identificarse como ‘elegibles’ o ‘alineadas’. Una actividad es elegible si se encuentra contemplada entre las actividades que se incluyen en el reglamento europeo delegado del clima, que identifica aquellas actividades que, a priori, contribuyen a la mitigación o adaptación del cambio climático.
Por otro lado, una actividad está ‘alineada’ si, además, se cumplen una serie de criterios técnicos que aseguren la contribución sustancial a un objetivo medioambiental concreto, que las actividades no produzcan un perjuicio significativo al resto de objetivosmedioambientales y que se satisfagan una serie de salvaguardasmínimas.
Las ratios más bajas de elegibilidad y alineamiento se encuentran, en cambio, en los sectores de industria, comercio y servicios, ya que incluyen actividades que aún no han sido examinadas o actividades que no contribuyen significativamente a los objetivos climáticos.
“Sin embargo, esto no les impide beneficiarse de la taxonomía para invertir en la adaptación de sus actividades e instalaciones a los riesgos físicos crecientes del cambio climático ni para reducir su huella de carbono”, señala la CNMV en el informe.
Se trata del primer análisis que la CNMV ha realizado con los datos desglosados por las empresas emisoras españolas sobre el grado de elegibilidad y alineamiento con la taxonomía sobre el cambio climático.
El supervisor recuerda que el reglamento de taxonomía establece que las compañías publiquen información sobre qué porcentaje de sus ingresos (volumen de negocio), de su inversión (CapEx) y de sus gastos operativos (OpEx) representan esas actividades relativas al cambio climático sobre la actividad total de la empresa.
Así, de los 101 emisores que, a 31 de julio de este año, enviaron sus Estados de Información no Financiera (EINF) del ejercicio 2022, 89 incluyeron información sobre taxonomía, de los que 78 eran emisores no financieros.
La CNMV señala que la información remitida es, en general, “completa”, aunque ha advertido de algunas deficiencias en cuanto a la información cualitativa proporcionada o la falta de uso de las plantillas obligatorias por parte de algunos emisores.
Por último, el supervisor recuerda que la próxima obligación de reporte de las entidades financieras, en 2024, deberá incorporar el alineamiento, respecto a la información correspondiente al ejercicio 2023. Esto implicará que sus sistemas estén “preparados” para recopilar los datos necesarios, muchos de los cuales deberán obtenerse de la información aportada por sus clientes y contrapartes.
Hasta el ejercicio 2022, sólo se ha tenido que reportar respecto de dos objetivos medioambientales relacionados con el cambio climático, mitigación y adaptación.