LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 16 (EUROPA PRESS)
Naturgy ha invertido 5,2 millones de euros en su primera planta fotovoltaica en Salinetas, en el municipio de Telde (Gran Canaria), siendo su primera planta en Canarias, permitiendo alcanzar los 100 megavatios (MW) renovables en operación, a los que se añadirán otros 45 MW actualmente en construcción.
La planta aporta al sistema energético canario una potencia de 4,2 MW de potencia instalada y producirá anualmente 7,2 gigavatios hora (GWh), energía que equivale al consumo anual de más de 2.000 viviendas. Además, según ha informado Naturgy en nota de prensa, esta producción contribuirá a reducir las emisiones anuales de CO2 en más de 4.800 toneladas.
La instalación cuenta con más de 7.700 módulos fotovoltaicos y ha supuesto la generación de una veintena de empleos directos e indirectos durante las fases de construcción, operación y mantenimiento.
Naturgy indicó que tras la puesta en marcha de Salinetas, en los próximos meses prevé finalizar la construcción de otros diez nuevos proyectos fotovoltaicos, lo que supondrá un total de 45 MW adicionales para el archipiélago.
Estos proyectos fotovoltaicos se suman a los doce parques eólicos con los que cuenta Naturgy en Canarias, con una potencia total instalada de 94,8 MW. La empresa también está trabajando en el desarrollo de otros proyectos fotovoltaicos y eólicos como muestra de su compromiso con la transición energética en las islas.
El nuevo parque solar es la primera materialización de la subasta del primer proceso de licitación de capacidad fotovoltaica dotada con fondos Feder (SolCan), con 44 MW de potencia, en la que Naturgy resultó la máxima adjudicataria. La compañía energética también resultó la segunda mayor adjudicataria, con otros 20 MW de potencia, en el segundo proceso de licitación de capacidad eólica dotada con fondos Feder (EolCan2).
PLANTA DE SALINETAS
En lo que se refiere a la planta de Salinetas, señalan que la actuación sobre los terrenos ha implicado trabajos para la regeneración del espacio, ya que la planta se levanta sobre una zona de cultivos abandonados que se había convertido en los últimos años en un vertedero de tierras, restos de materiales de construcción y residuos de diferente naturaleza.
Con carácter previo a la construcción del parque se realizó una limpieza intensiva de toda la superficie afectada, retirando todos los residuos externos existentes, así como la primera capa de tierra contaminada por la meteorización de estos elementos.
Tras la construcción de la planta se impulsó un plan de restauración ambiental en todas las zonas de ocupación temporal que consistía en una restauración topográfica para remodelar el terreno con el fin de favorecer la integración paisajística de la planta en el entorno y preparar el terreno para su revegetación natural mediante operaciones de descompactación y escarificado.
Se trata de operaciones que se simultanearon con la limpieza y retirada de rocas y piedras de gran tamaño. Además como medida de integración ambiental, el vallado dispuesto en la planta se ha diseñado para permitir el paso de fauna de pequeño tamaño, manteniendo la permeabilidad de la planta con el entorno.